SANAA, 21 de febrero.— Después de un año de protestas, disputas
diplomáticas y un intento de asesinato, Yemen celebró hoy elecciones
presidenciales en medio de violencia en el sur del país. Al menos
ocho soldados murieron mientras custodiaban colegios electorales.
Más de 10 millones de ciudadanos mayores de 18 años fueron
convocados a las urnas, como colofón de un proceso de transferencia
de poder iniciado el 23 de noviembre, cuando el expresidente Ali
Abdullah Saleh aceptó un plan del Consejo de Cooperación del Golfo
(CCG) Pérsico, explica PL.
La iniciativa, avalada por Estados Unidos, la Unión Europea y la
ONU apartó al mandatario del cargo, a cambio de inmunidad judicial
para él y sus allegados. Activistas favorables a una transición, que
lideraron las revueltas iniciadas el 27 de enero del 2011,
criticaron la votación por creer traicionado el primer alzamiento
popular árabe, cuyas reivindicaciones fueron abortadas por una
negociación.