Yoel Tejeda Pérez

Gran expectación ha generado la inédita final de la Liga Superior (masculina) de Baloncesto, que comenzará hoy en la sala avileña Giraldo Córdova Cardín con el duelo al mejor de siete juegos entre los Tigres de Camagüey y el equipo de casa.

Los camagüeyanos y su líder Yorman Polas llegan inspirados a esta final.

El debate por definir quiénes serán los que conquisten el título se torna amplio e interesante. Cada apasionado de ambos territorios del país —vecinos por cierto— aclama a los suyos y, por supuesto, entrenadores y jugadores confían en sus posibilidades de acceder a la corona. Así, el líder de los Búfalos, Joan Luis Haití, aseguró a Ortelio González Martínez, nuestro corresponsal en Ciego de Ávila, que se encuentran en condiciones de luchar por su sexto campeonato, basados en el buen entrenamiento realizado y la unidad lograda entre todas las piezas del conjunto.

En el otro banquillo, Arlen Alorda, jugador clave en las aspiraciones de su escuadra por su aporte en los rebotes, asevera que este play off llegará hasta el séptimo partido, mientras su director técnico, Leonardo Pérez, expresa que sus pupilos están muy inspirados, tras derrotar al campeón Capitalinos en semifinales y "ahora habrá de todo contra Ciego". Leonardo continuará apostando por el plan que ha llevado a los felinos a estas alturas del torneo, ofreciendo energía fuerte, positiva y segura a sus alumnos, quienes han creído en él de la misma forma en que él ha confiado en ellos, creando así una mezcla explosiva, la del éxito.

Confieso que no pude ver jugar a los Búfalos en su semifinal frente a los Guerreros de Matanzas, la cual dominaron fácilmente en tres choques, pero sí aprecié el desempeño de los Tigres sobre la cancha de la habanera sala Ramón Fonst durante los desafíos tres y cuatro de sus semis contra los capitalinos. En aquel escenario los de la ciudad de los tinajones exhibieron un baloncesto de buen nivel, cimentados en esa defensa que los identifica y los ha convertido en el equipo contendiente que ya es. Una defensa que no es "vudú" (que espera el fallo del rival), sino de las que impiden el ataque enemigo, baja sus porcentajes ofensivos y realmente marca la diferencia.