Semana de Cine Británico en La Habana

Del catastrofismo a las luchas sociales

Pedro de la Hoz
pedro.hg@granma.cip.cu

Algunas de las líneas temáticas y estilísticas predominantes en la producción fílmica actual del país europeo podrán ser confrontadas por el público de la capital a partir de la inauguración mañana jueves 23 de la Semana de Cine Británico, en la sala Chaplin de la Cinemateca de cuba.

Pago justo, de Nigel Cole, figura en la muestra de cine británico.

Coordinada por el ICAIC y la embajada de Gran Bretaña en La Habana, el ciclo, que se extenderá hasta el miércoles 29, comprenderá seis largometrajes producidos en los últimos tres años.

La inauguración correrá a cargo de Monstruos, de Garreth Edward, que se suma a la larga lista de filmes que abordan, con tintes catastrofistas y un suntuoso despliegue de efectos especiales, el supuesto arribo al planeta de criaturas extraterrestres.

De un director debutante, Ben Wheatley, a quien la crítica asocia con la poética del inquietante Ken Loach, se exhibirá Down Terrace, calificada como una oscura y perturbadora comedia de surrealismo social. También en clave de comedia, pero sin las pretensiones de la anterior cinta, se presentará Esqueletos, ópera prima de Nick Whitfield.

Pago justo, de Nigel Cole y con el protagonismo de los conocidos Rally Hawkins, Bob Hoskins y Miranda Richardson, revela una historia real de luchas sociales que traerá a los espectadores, inevitablemente, referencias actuales. Narra la insumisión de un grupo de mujeres trabajadoras de una planta de la Ford que en 1988 fueron a la huelga por reivindicaciones salariales y trascendieron el reclamo al constituir un movimiento de más vasto alcance.

A los más veteranos cinéfilos se le removerán las fibras de la nostalgia al contemplar una nueva versión de El mar profundo y azul, aquel drama de amor y transgresión que Anatole Litvak llevó a la pantalla a mediados de los 50 con una Vivien Leigh en la cúspide de su carrera. Solo que ahora, en la versión de Terence Davies rodada en el 2011, el rostro y la pasión pertenecen a Rachel Weisz.

La muestra incluye, además, uno de los más publicitados proyectos de realización que se hayan llevado a efecto a tenor con los medios digitales y el auge de la red de redes: La vida en un día. Producida por Ridley Scott (Los duelistas y Blade Runner) y armada por Kevin McDonald, la película muestra en poco más de hora y media la selección de los 80 mil videos y 4 500 horas enviados al canal YouTube desde todos los continentes el 24 de julio del 2010 para dar testimonio de lo que les sucedió o lo que presenciaron ese día cada uno de los remitentes. Un crítico de The Washington Post calificó el resultado como una producción "alternativamente divertida, aterradora, aburrida, conmovedora, amateur y preciosa, algo notablemente espectacular".

 

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