El aula sobre una combinada

DILBERT REYES RODRÍGUEZ

MABAY, Granma.— Todavía tienen algo de inocencia adolescente, casi infantil, cuando por ejemplo, le silban a un gran remolino de viento formado de repente en el cañaveral recién cortado: "Porque eso le da fuerza y después lo deshace", dice uno de los muchachos; sin embargo, más se les nota la intranquilidad y el brillo de los ojos cuando el instructor les pasa el timón de la combinada o del tractor acompañante.

Foto: Armando Contreras TamayoLos jóvenes pasarán los 99 días de zafra en el pelotón.

"Conducir es lo que más nos gusta, aunque dominamos los seis puestos principales del pelotón", afirma a Granma Yasmani Carrasco.

Durante los 99 días de zafra, el corte mecanizado de caña será la cotidianidad de los 21 alumnos de tercer y cuarto años de la especialidad de Explotación, Mantenimiento y Reparación de Maquinaria Agrícola, perteneciente al centro mixto José Francisco Costa Velázquez, del poblado bayamés de Mabay.

Dos combinadas KTP-2, tres tractores con diez carretas, y una cocina-comedor-enfermería; conforman el aula anexa que garantiza parte del relevo de la fuerza laboral a una comunidad eminentemente azucarera.

"Conductor de combinada, del tractor de movimiento o de tiro, operario de la KTP, ponchero, computador y mecánico de implementos", enumera sin pausa Arturo Noa, de 18 años, cuando se le pregunta por los seis puestos que rotan durante el aprendizaje práctico, "...y ahora mismo le podemos demostrar cualquiera", asegura en nombre de todos.

Según dijeron, poco se diferencia la rutina de ellos a la de cualquier otro pelotón, aunque son inviolables los minutos de intercambio matutino sobre el acontecer noticioso o la evaluación de los indicadores económicos hasta la fecha.

"Llevar a punta de lápiz los números diarios, analizar en detalles cualquier retraso, es también una prioridad aquí, porque es un modo de fomentar en el alumno la cultura económica que necesita la nación", señala Alfonso Sosa, jefe del pelotón.

Por su juventud, Yuri Ramón parece otro alumno, pero es el instructor que hasta hace poco fue estudiante, y de tanto gustarle el oficio se quedó en el pelotón.

"Me complace enseñarles lo mismo que yo aprendí, y hasta algunas mañas. Sé cuales son sus gustos y eso lo aprovecho en las clases. Cuando los veo emocionados me recuerdan a mí y, sobre todo, es bueno verlos tan jóvenes y formándose como hombres útiles. En este pueblo rodeado de caña hay muchos muchachos que pudieran hacer lo mismo, y estos 21 son un buen ejemplo", valora.

Entre el grupo destaca Karelia, de tercer año, quien aseguró no tener ningún prejuicio por ser la única muchacha y, como los demás, confirmó su preferencia por la conducción, así como el deseo de quedarse trabajando en el pelotón de la escuela una vez graduada.

Al timón del tractor, o engrasados mientras de .muestran conocer cómo se repara la manguera de la combinada, pasarán los días de la zafra; excepto los minutos del descanso que les permitirán reposar o silbar a los remolinos; sin quizás saber que la sociedad ya les distingue y agradece por haber escogido ser hombres y mujeres especialmente útiles en el mañana.

 

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