MADRID, 21 febrero.— Miles de personas tomaron nuevamente hoy las
calles de la ciudad española de Valencia, en protesta por los
recortes presupuestarios en educación y la represión policial contra
estudiantes que reivindican una enseñanza pública de calidad.
Alumnos, padres y maestros marcharon durante más de cinco horas
por el centro de esa urbe, capital de la comunidad autónoma del
mismo nombre, un día después de las brutales cargas policiales que
terminaron con más de una veintena de colegiales detenidos.
Las escenas de violencia de la víspera, con agentes
antidisturbios golpeando con sus porras o arrastrando por el suelo a
jóvenes manifestantes, algunos de ellos con sus rostros
ensangrentados, provocaron airadas críticas de la sociedad española.
También desató reproches de líderes políticos, quienes pidieron
la comparecencia urgente en el Congreso de los Diputados (Cámara
baja) del ministro español del Interior, Jorge Fernández, para que
explique la desproporcionada reacción de las fuerzas del orden.
Interrogado este martes en Londres sobre los incidentes de los
últimos días en Valencia, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
rehuyó las críticas hechas a su administración por la actuación de
los antidisturbios frente a las protestas de jóvenes inermes.
En rueda de prensa junto al primer ministro británico, David
Cameron, el jefe del Ejecutivo ibérico y líder del conservador
Partido Popular (PP) se limitó a pedir serenidad a sus compatriotas,
para que no se repitan acontecimientos como los vividos en los
últimos días.
Sindicatos, asociaciones de estudiantes y partidos políticos de
la oposición demandaron la dimisión de la delegada del gobierno
central en la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de León, quien
defendió el proceder policial.
Solicitaron además el cese inmediato del jefe superior de la
Policía Nacional de Valencia, Antonio Moreno, por calificar de
enemigos a los estudiantes, en su mayoría menores de edad.
Distante unos 360 kilómetros de Madrid, la capital valenciana es
foco desde el pasado miércoles de manifestaciones de alumnos del
Instituto de Educación Secundaria Lluís Vives.
Los jóvenes, convocados por redes sociales, protestan contra los
recortes en la educación pública decretados por el gobierno
regional, también encarnado por el oficialista PP.
Las autoridades de la Comunidad Valenciana, una de las regiones
más endeudadas de España, anunciaron a principios de año un plan de
austeridad que incluyó subidas de impuestos y rebajas en las
partidas de sanidad y educación por más de mil millones de euros.
En solidaridad con los estudiantes de esa región autonómica, esta
noche hubo concentraciones en Madrid, Barcelona, Sevilla, Almería,
Málaga, Benidorm, Alicante, Cáceres, Granada, Tarragona o Palma de
Mallorca.