Irán y Siria consolidarán sus relaciones estratégicas y nexos en
momentos cruciales para ambos países, ante sanciones impuestas por
Occidente, con la puesta en vigor en un mes de un abarcador tratado
de libre comercio (TLC).
Visto en ambas capitales como importante paso en la
complementación de sus economías, el acuerdo estipula a partir de su
entrada en efecto que los productos sirios hacia el mercado iraní,
por ejemplo, tengan una reducción escalonada de los aranceles
aduanales durante los próximos cinco años.
Esas tasas irán decreciendo el 20 por ciento cada año durante el
próximo lustro hasta llegar a cero, al tiempo que Damasco propiciará
facilidades preferenciales a inversores y mercancías de Irán,
advirtió Prensa Latina.
El ministro adjunto de Economía y Comercio de Siria, Khaled
Sallouteh, viajó a Teherán, donde firmó la víspera el programa
ejecutivo que propiciará la puesta en vigor del TLC en un mes.
Tras considerar que los vínculos bilaterales siempre han sido en
beneficio de los pueblos sirio e iraní, Sallouteh señaló que la
rúbrica del programa de ejecución acelera los procedimientos y
allana el camino para la implementación del acuerdo, ratificado ya
por los parlamentos de ambos países.
El establecimiento de una zona de libre comercio fue primero
acordado durante la visita del presidente Bashar al-Assad a Teherán
en septiembre de 2010 y refrendada en mayo de 2011.
Irán y Siria son hoy blanco de una intensa hostilidad económica
por parte de potencias occidentales, siendo el último país el más
afectado por poseer una economía menos desarrollada que la de su
aliado persa y por haber concentrado históricamente su comercio con
Europa que ahora le cerró las puertas.
También Siria sufre las sanciones que le han impuesto algunos
países árabes, aliados a Estados Unidos, Francia y Reino Unido en la
cruzada contra Damasco, a la que se sumó Turquía con la que mantenía
un sustancial acuerdo de libre comercio que se vio tronchado por las
represalias dictadas por Ankara.
Ante estas medidas, el gobierno sirio se ha propuesto
fundamentalmente fomentar la industria nacional con respaldo
preferencial a sectores claves para asegurar en especial el
autoabastecimiento alimentario y en general el mercado interno.
También, buscar nuevas rutas mercantiles con países emergentes y
en vías de desarrollo en Asia, América Latina y África, en lo que la
cooperación Sur-Sur juega un papel importante, según explicó el
ministro de Economía y Comercio, Mohammed Nidal Al Shaar.
El acuerdo de libre comercio con Irán tiene una connotación
particular por ser países cercanos por un lado y, por el otro,
mantener ambos estrechas relaciones políticas y ser ambos blanco de
la hostilidad de los mismos adversarios.
En fecha reciente Teherán, Damasco e Irak acordaron impulsar un
proyecto ferroviario que enlazará a los tres países para
precisamente facilitar el comercio trilateral.
El domingo pasado estos tres países más Líbano firmaron un
memorando de entendimiento para la transportación de electricidad
desde plantas generadoras iraníes al resto de las tres naciones.
Irán concedió ya a Siria beneficios preferenciales valorados en
mil millones de dólares al disminuir en 60 por ciento las tasas
aduanales para un número de sus productos, colaboración que comenzó
a partir de diciembre de 2011.
En ese mes, ambas partes acordaron también celebrar una feria en
Teherán para presentar los productos sirios a industrialistas,
comerciantes y a ciudadanos, a fin de fomentar los negocios. El
evento está programado para el 28 de abril próximo.