Las investigaciones sobre la riña en el penal de Apodaca, estado
mexicano de Nuevo León, donde murieron 44 internos, arrojan luz hoy
tras conocerse que nueve guardias de la prisión confesaron ser
cómplices de los hechos.
Los oficiales del correcional declararon su confabulación en la
fuga de 30 reclusos y las facilidades que les ofrecieron a presos
pertenecientes al grupo criminal Los Zetas para que ingresaran a
otra área de la penitenciaría y ultimaran a los del cartel del
Golfo, señaló Prensa Latina.
Ocurrió un contubernio con algunos de los custodios, primero se
dio la fuga entre la 01:00 y 02:00 hora local, y minutos después
ocurre la riña que tiene una duración aproximada de hora y media,
explicó en rueda de prensa Jorge Domene, portavoz de la Seguridad en
el norteño estado.
Hasta este momento, la Fiscalía interrogó a nueve de los 18
internos detenidos, quienes confirmaron su participación en la
reyerta ocurrida en la madrugada del domingo en el reclusorio,
ubicado en la zona metropolitana de Monterrey (capital de Nuevo
León).
Los testimonios de los guardias señalan que después de la 01:00
hora local comenzó la fuga de los 30 reos, a quienes los guardias
les permitieron llegar a la torre seis de ese centro penitenciario,
para bajar y escapar, destaca la página electrónica del diario El
Universal.
De acuerdo con los testimonios, las víctimas fueron asesinadas
con golpes certeros en la cabeza y con armas punzocortantes.
Los guardias dieron todas las facilidades para poder huir a los
Zetas y pasaron hasta dos horas sin que los custodios informaran de
la riña, por lo que ninguna autoridad externa tuvo conocimiento de
lo que ocurría, indicó Domene.
Las autoridades estaduales ofrecieron ayer una alta recompensa a
quien ayude a capturar a los evadidos entre los que destacan dos
cabecillas de Los Zetas: Óscar Manuel Bernal Soriano, alias el
Spider, líder de Los Zetas en Monterrey, y Rogelio Chacha
Quintanilla, el Yeyo, capo del municipio de Guadalupe.
En enero de este año, 31 presos perdieron la vida y otros 13
sufrieron heridas durante una pelea en un correccional del municipio
de Altamira, en Tamaulipas.
La reyerta ocurrida ahora en Apodaca se considera la más grave de
las registradas en el país en el último quinquenio.
La violencia asociada a las bandas del crimen organizado y el
combate a estas por el Gobierno del presidente Felipe Calderón ha
dejado una estela de muerte en México, donde en seis años se
reportan más de 50 mil víctimas fatales, según cifras de organismos
de derechos humanos.