Las arremetidas policiales se sucedieron desde el mediodía,
cuando varias dotaciones de antidisturbios dispersaron la
manifestación de estudiantes que había partido del Instituto Lluís
Vives, para protestar además por las actuaciones policiales de los
últimos días.
La acción se inició de forma pacífica cuando los estudiantes
cortaron el tráfico al grito de "Los ladrones a prisión y el dinero
a educación". Según los organizadores del acto, la intención era
llevar a cabo una marcha "totalmente pacífica" que se limitara a
cortar el tráfico durante media hora con desplazamiento hacia San
Agustín. Sin embargo, en este punto, la Policía había establecido un
cordón que les impedía el paso.
El jefe de los uniformados en la región autónoma, Antonio Moreno,
calificó de "proporcionada" la actuación policial y de "enemigos" a
los alumnos del Instituto, quienes coreaban "Nos tratan como a
terroristas", mientras la Policía cargaba contra ellos, según El
País, causando varios heridos y más de 25 detenidos.