JORGE LUIS MERENCIO CAUTÍN

"Escobita nueva barre bien", proverbio al cual se recurre para sugerir (a veces con ironía y pesimismo) que pronto andará mal una obra o un servicio recién iniciado, dista de ser afín a la pizzería guantanamera La Veneciana.

Más bien este espacio, remodelado hace ocho años, ha hecho del tiempo un aliado en el incremento de la calidad del servicio que presta y en su conservación física, que mantiene como nueva gracias a la creación en el centro de una brigada de cuatro trabajadores encargados de su mantenimiento.

La Veneciana, recurriendo a una frase manida, parece estar como el buen vino, mientras más añejo, mejor. Lo corroboran los comensales a partir de la atención que reciben, y también los excelentes indicadores económicos, expresión de la eficiencia de sus trabajadores y no de precios elevados.

Este colectivo sigue ofertando la pizza de queso a tres pesos, las restantes a un precio ligeramente superior, y así y todo vendió 8 millones 50 mil pesos durante el pasado año, con un costo por peso de producción de 53 centavos y una utilidad de casi tres millones de pesos.

El éxito de este centro gastronómico se sustenta en la organización del trabajo, en la elaboración, y no la compra, de la mayoría de los productos que expende. Independientemente de las pizzas y los espaguetis, oferta dulces, refrescos, croquetas, empanadillas, hamburguesas y ensaladas frías, entre otros. También es resultado de la disciplina instaurada por la administración, encabezada por Orlando Beneitez Ramírez, y apoyada por el sindicado y las organizaciones políticas.

En esta unidad, que atiende a diario cerca de 1 300 personas, el maltrato al consumidor es sancionado severamente, asegura Beneitez y ejemplifica: "Ante la queja de un cliente por recibir la pizza fría, o el agua 'al tiempo', al responsable se le exige el pago de todo el pedido de la mesa".

Ese escenario mucho tiene que ver con el alto sentido de pertenencia de los trabajadores, materializado en la atención a los usuarios, y en el cuidado y conservación de los recursos y el inmueble.