Hombres armados asesinaron a tiros al jeque Mohammad Ahmad Ouf
Sadeq, imán de la mezquita Anas bin Malek, en esta capital, al
tiempo que fuerzas jordanas arrestaron a bandas bien pertrechadas
que intentaban penetrar en Siria.
Según reporte de Prensa Latina, los medios nacionales precisan
hoy que el sacerdote islámico retornaba a Damasco la noche del
miércoles cuando un grupo armado interceptó su auto en el área de
Qadam Assali, en el distrito de al-Bweideh, en la provincia de
Damasco Campo.
De 36 años, el imán Sadeq, quien fue una de las voces que más
duramente condenó el atentado terrorista del viernes 6 de enero en
al-Midan y llamó a la unidad nacional, tenía un doctorado en la
Sharia (ley islámica) y deja cuatro niños al morir.
El portal jordano de noticias al-Helal reporta, por su parte, que
unidades de la Fuerza Real de Desierto del país vecino capturaron a
individuos de nacionalidades árabes muy bien pertrechados cuando
trataban de penetrar ilegalmente al territorio sirio desde Jordania,
a través de la noroccidental zona fronteriza de al-Ramtha.
Al-Helal señala que eran siete hombres, no jordanos, que portaban
fusiles automáticos y municiones, y que son interrogados por las
autoridades para precisar sus motivos.
Según esa fuente, las Fuerzas Reales de Desierto ampliaron sus
operaciones de búsqueda y vigilancia en caso de que otros grupos
armados se encuentren en esa zona.
El asesinato del sacerdote islámico coincidió con el ataque,
también el miércoles, de una banda terrorista contra la sede
provincial del Departamento de Asuntos Religiosos de Damasco Campo
que se encuentra en la localidad de Douma y saquearon su contenido.
El Ministerio de Asuntos Religiosos reportó, además, que otro
grupo armado asaltó el instituto religioso de nivel medio del pueblo
de Erbin, localidad de Damasco Campo, dañaron su mobiliario y
robaron parte de sus propiedades.
Igual acto vandálico aconteció contra la escuela religiosa en
Darit Izzeh en Aleppo, informó la agencia de noticias SANA.
Estos ataques evidencian que esas bandas, en las que militan
salafistas y extremistas de la Hermandad Musulmana que se han
infiltrado en el país, han incrementado las acciones criminales
contra líderes e instituciones del Islam en Siria, según todo
indica, porque la jerarquía islámica condena la violencia
terrorista, llama a la armonía entre las religiones y a la unidad
nacional.
Las autoridades de Hama informaron este jueves que lograron
desarticular a grupos de terroristas en el reparto al-Hamidiyeh,
arrestando gran cantidad de sus miembros y les ocuparon el armamento
que poseían, incluidos rifles de asalto, ametralladoras, un lanzador
de cohete RPG, granadas ofensivas y defensivas, y municiones.
Mientras, en el distrito de Harasta, localidad a unos 20
kilómetros de Damasco, las autoridades descubrieron escondites y
túneles que usaban bandas violentas y confiscaron todo el arsenal
allí hallado.