Amor,
se acerca la fecha de los enamorados y una vez más continuamos
separados; todos los años decimos lo mismo, ¡este será el último!
Deseo despertar a tu lado y abrazarte como lo harán la mayoría de
las parejas, de las que hoy siento envidia. Derecho que nos han
arrebatado por mucho tiempo; más de catorce años sin besarte, sin
tocarte, conformándome solo con oír tu voz en una llamada, cuando se
puede, una postal o algún detalle gracias a la creatividad que te
caracteriza y al apoyo solidario de quienes brindan sus esfuerzos
por arrancarnos una sonrisa de felicidad.
Revisando unos papeles y fotos me detuve en las últimas que nos
tomamos el día de mi cumpleaños en enero de 1998 y no pude dejar de
pensar en lo felices que estábamos y éramos en ese entonces,
nuestros ojos lo decían todo.
"¿Dónde está mi primavera? ¿Dónde se ha escondido el sol que mi
jardín olvidó, que el alma me marchitó?", como dice la canción.
Me descubrí soñando que ya estabas libre, de vuelta en casa junto
a mí, y en un fuerte abrazo te pedía que no volvieras a dejarme
sola. ¡Llega tiempo!, como sueles expresar.
Por eso en este día de felicidad, romance y regalos no encuentro
mejor obsequio para ti que ofrecerte mi futuro, porque ya eres dueño
de mi pasado y de mi presente.
¡¡¡FELICIDADES!!!
Por favor, regresa pronto, te necesito, te amo.
Tu Bonsái,
7 de febrero de 2012