Tiempos de calzar las conciliaciones
GERMÁN VELOZ PLACENCIA
En la Planta de cal del municipio de Urbano Noris, Holguín,
perteneciente a la sucursal provincial de la Empresa de Servicios
Técnicos Industriales (ZETI), del Grupo Azucarero, Enrique
Carballosa Sierra combate la incertidumbre causada al colectivo que
dirige por la paralización del proceso industrial durante los
primeros 17 días de enero.
El
colectivo espera que no fallen los compromisos de extracción y
transportación de la producción terminada.
"No fue extraída a tiempo la producción terminada y el almacén se
abarrotó", dijo.
En la lógica investigación sugerida por el caso, este reportero
conoció que las sucursales holguineras de ZETI y de la Empresa de
Logística AZUMAT (también del Grupo Azucarero) tenían discrepancias
acerca de quién asumiría la responsabilidad de contratar el servicio
de transportación, dilema que se extendió más allá de lo razonable.
¿No es este un ejemplo de la deficiente coordinación y
conciliación entre entidades productivas y de servicio?
Cumplen
la norma de consumo de materia prima por cada tonelada de cal.
La planta arrancó el 6 de diciembre, es decir, antes de la
entrada en zafra de los centrales de las provincias de Holguín y
parte de los de Granma.
Enrique Carballosa y sus hombres esperan que la desagradable
situación no se repita. "Dejamos de producir 425 toneladas durante
los días que estuvimos parados. Como esperábamos los vehículos de
transporte en cualquier momento, no reubicamos temporalmente al
personal en faenas agrícolas, lo que provocó afectaciones
salariales, porque pagamos por lo trabajado en la segunda mitad del
mes".
En cuestiones productivas, planificadas y aseguradas, en las
cuales el país ha invertido recursos y confianza, "detalles" como
este no deben ser descuidados, más cuando tantos ejemplos similares
se denuncian una y otra vez. Dejar cabos sueltos que a priori
parecen "cosa simple", pueden desatar una compleja retahíla de
nefastas consecuencias. En tiempos en los que ninguna reserva de
eficiencia debe desaprovecharse, la palabra conciliación, en el
argot empresarial, tiene que ser tan respetada como plan y contrato.
Las
ideas de extender el periodo productivo necesita de un estudio
objetivo.
retos
NUEVOS, IDEAS NUEVAS
Este año la planta tiene previsto despojarse del atraso
involuntario inicial y procesar 3 500 toneladas, el grueso de ellas
para la industria azucarera. Asimismo, podrá satisfacer regulados
pedidos de entidades de otras ramas de la economía.
Carballosa Sierra, el único de los 30 trabajadores del centro no
vinculado directamente a la producción, aseguró que siempre hay
clientes "adicionales" a la espera de cal. "Para ayudar a
descongestionar los almacenes en los días críticos por los que
pasamos, vendimos una parte a la empresa de la Pesca".
También compran cal o insisten en hacer contratos para
adquirirla, las empresas de la agricultura, entre ellas la Porcina,
así como establecimientos de la minería y del Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos.
Al evaluar que en el país solo existen caleras en Cienfuegos,
Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas, Holguín y Santiago de Cuba, el
colectivo impulsa la idea de extender la producción a todo el año,
lo cual no ocurre en la actualidad porque están subordinados al
periodo de zafra.
Los ingresos obtenidos por esa vía serían destinados a las
reparaciones programadas y la adquisición de insumos con destino al
proceso fabril, entre ellos los sacos. Otra parte la emplearían en
la compra de Fuel-oil, cuyo consumo hoy reporta una disminución
promedio de nueve litros por tonelada de cal salida del horno,
porque lo mezclan con aceites usados, o sea, los que provienen de
los cambios de lubricantes en el parque automotor y equipos
industriales de la provincia.
Hasta finales de enero emplearon 17 mil litros de esa sustancia
evaluada como desecho peligroso. CUPET la trae en sus vehículos y la
planta, poseedora de la licencia ambiental correspondiente,
únicamente paga la transportación.
Mario Antonio González Gómez, director de la sucursal Holguín de
ZETI, está a tono con las necesidades actuales de desatar las
fuerzas productivas, pero cree que los trabajadores de la calera
están obligados a analizar objetivamente las ideas en ciernes, para
no abortar la materialización.
"Deben profundizar el estudio de mercado, sobre la base de la
demanda real de cal en el territorio nacional. Además, los posibles
contratos deben incluir por entidad las cantidades a solicitar, las
fechas y responsables de la extracción y transportación, así como
los plazos de pagos", enfatiza.
APOYO EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA
En el laboratorio de la planta, Marbelis Rodríguez Rodríguez, la
"química" verificaba la pureza de la cal. "Tiene que responder a las
normas de la industria azucarera cubana y las especificaciones
hechas por los centrales en los contratos. A pesar de que al inicio
de la zafra fueron insuficientes el papel de filtro y el alcohol, no
dejamos de hacer las pruebas. En los 15 años que llevo aquí, los
clientes nos han hecho pocas reclamaciones porque prevalece la
calidad de nuestro producto".
La calcinación correcta del rajoncillo, piedra caliza proveniente
del yacimiento, mantenía a Heriberto Ortega Pupo al pie del horno en
proceso de automatización. Estaba a punto de concluir las diez
toneladas de cal planificadas para el turno de ocho horas.
Entre tanta gente valiosa apareció Antidio Peña Ávila, mecánico
industrial, con conocimientos y destreza para solucionar problemas.
En el molino del área de hidratación no se registra tiempo perdido
por roturas desde que tres años atrás agregó segmentos de rieles a
las cabezas de los martillos, en sustitución de piezas fabricadas
con metal poco resistente.
Por el espíritu del colectivo, no debe fallar aquí la producción
de cal, también para verter sobre la desorganización, la falta de
coordinación entre empresas y la incertidumbre o cualquier escollo
en las sendas razonables a emprender por los colectivos laborales,
con el fin de adentrarse en el nuevo panorama económico del país. |