Representantes de organizaciones sociales marcharon hoy en
Santiago de Chile en rechazo a las costosas tarifas del sistema de
transporte público.
"No más alzas" y "No más Transantiago", reiteraban los carteles
portados por los manifestantes, quienes recorrieron el céntrico
Paseo Ahumada desde la avenida de La Alameda hasta la Plaza de Armas
de la ciudad.
El descontento popular se disparó con la nueva subida de precios
del Metro y de los microbuses urbanos, medida que entró en vigor el
pasado lunes.
En estos momentos un chileno debe desembolsar casi tres dólares
por trasladarse diariamente de la casa al trabajo y viceversa (el
boleto del tren subterráneo quedó situado en 1,40 dólares
aproximadamente, de acuerdo con la actual tasa cambiaria).
El Transantiago (sistema de buses) acumula ganancias
desproporcionadas a costa de los ciudadanos que utilizan el
transporte público más caro de Latinoamérica, advierte un editorial
del periódico local "El Ciudadano". Se trata de un verdadero negocio
sobre ruedas, agrega.
El excoordinador general del Transantiago Germán Correa opina que
los bancos vieron desde que se creó ese sistema cinco años atrás una
oportunidad única de negocios: la posibilidad de "bancarizar" a tres
millones y medio de santiaguinos que de ninguna otra manera habrían
podido ingresar al sistema bancario.
Según cálculo realizado por Fundación Instituto de Estudios
Laborales de la Central Unitaria de Trabajadores, este "nuevo golpe
al bolsillo popular" significará para muchos trabajadores que ganan
un salario mínimo utilizar el 16 por ciento de su sueldo en la
locomoción colectiva sólo para trasladarse al trabajo, sin contar
los fines de semana.
Unos tres millones de chilenos utilizan diariamente el tren
subterráneo y la red de buses urbanos, identificados en esta ciudad
como Transantiago, informó PL.