La Asamblea General debatirá el próximo lunes sobre
la situación de los derechos humanos en Siria, luego del fracaso
occidental para lograr una condena del Consejo de Seguridad contra
el gobierno de ese país.
La convocatoria a la sesión del máximo órgano de
Naciones Unidas fue confirmada este viernes por Nidal Saad, vocera
oficial del presidente de ese cuerpo que agrupa a los 193 Estados
miembros de la ONU, el catarí Nassir Abdulaziz Al-Nasser, reporta
Prensa Latina.
La reunión tendrá carácter formal y está programada
como parte del punto 64 de la agenda titulado Reporte del Consejo de
Derechos Humanos (CDH).
En este caso se trata del informe de esa agencia
sobre su XVIII sesión especial realizada el 2 de diciembre pasado,
indicó la portavoz.
Se espera que en el debate del lunes participe la
Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navy Pillay,
quien hace tres días atacó con fuerza a las autoridades sirias e
instó a los países a suspender sus lazos políticos con Damasco. Esa
línea de acción fue iniciada por Estados Unidos la semana pasada al
decidir la retirada de su embajador en Damasco, acto imitado casi de
inmediato por España, Francia, Italia, Reino Unido, Dinamarca, Túnez
y otros países del Golfo Pérsico.
La funcionaria justificó su llamamiento con reportes
de fuentes locales (en Siria) y medios de prensa independientes
sobre un incremento de la violencia por parte de las autoridades,
sin mencionar las acciones de los grupos armados opositores.
Pillay convocó a la comunidad internacional a
emprender acciones políticas para proteger a los civiles en Siria y
recordó el controvertido concepto de responsabilidad de proteger.
Esa noción fue esgrimida el año pasado para impulsar
un acuerdo del Consejo de Seguridad, con las abstenciones de Rusia y
China, que abrió las puertas a la intervención militar de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Libia.
Los ataques de la funcionaria tuvieron lugar después
que las potencias occidentales y un grupo de Estados árabes
fracasaron en su pretensión de conseguir que el Consejo de Seguridad
reclamara la salida del poder del presidente sirio, Bashar al-Assad.
Ese propósito fue imposibilitado por el doble veto
impuesto por Rusia y China como miembros permanentes de ese órgano y
que abogan por la vía de las negociaciones para resolver la crisis
en Siria.
El informe del CDH que analizará el Asamblea General
responsabiliza solo a las autoridades sirias de un numeroso grupo de
violaciones de los derechos humanos, sin mencionar a los grupos
armados que tratan de derribar al gobierno.
El reporte recibió el voto en contra de las
delegaciones de China, Cuba, Ecuador y Rusia y las abstenciones de
Angola, Bangladesh, Camerún, India, Filipinas y Uganda.
A favor votaron 37 países, entre ellos Chile, Costa
Rica, Guatemala, México, Perú y Uruguay, por América Latina.