Miles de griegos iniciaron hoy la primera de las dos jornadas de
huelga general, convocadas por los sindicatos mayoritarios GSEE,
ADEDY y PAME, con una multitudinaria manifestación por el centro de
esta capital.
Los manifestantes ocuparon el centro de la ciudad como protesta
contra los planes del Gobierno de aprobar un nuevo paquete de
medidas de austeridad que afectarán a todos los trabajadores y
agravarán aún más la crisis económica por la que atraviesa el país.
El presidente del sindicato de empleados públicos (ADEDY), Ilias
Iliopulos, consideró inaceptables las dolorosas medidas que crean
miseria para los jóvenes, desempleados y jubilados y advirtió de la
posibilidad de que éstas dieran lugar a un estallido social.
A su vez, la secretaria general del Partido Comunista, Aleka
Papariga, explicó que la única solución es que Grecia cancele su
deuda de manera unilateral, todo lo demás es una tragedia para los
trabajadores, aseguró.
Los empleados del Ministerio de Finanzas ocuparon las oficinas
para protestar contra el proyecto de ley que prevé miles de despidos
en la administración pública, entre otras medidas, y una acción
similar tuvo lugar ante la sede de la cartera de Salud, advirtió
Prensa Latina.
Cerca de las 13:30, hora local, se produjeron enfrentamientos
entre unidades especiales de la policía y grupos de manifestantes en
la céntrica plaza de Sintagma, frente al Parlamento, que se
extendieron a zonas aledañas.
Los antidisturbios utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a
los manifestantes, quienes a su vez se defendieron con piedras y
cócteles molotov, siendo el resultado un herido que tuvo que ser
hospitalizado y numerosos detenidos, según informó el portal de
noticias in.gr.
El seguimiento de la huelga fue muy alto afectando
fundamentalmente a la administración pública, tribunales, escuelas,
hospitales, transporte, museos y sitios arqueológicos.
En el sector de la enseñanza los profesores paralizaron hoy sus
labores y continuarán de huelga durante la próxima semana.
Los hospitales públicos cumplirán el paro de 48 horas convocado
por los sindicatos, y sólo funcionarán servicios mínimos para los
casos de urgencia.
En la capital se detuvo todo el transporte público y la
Federación Marítima Panhelénica decidió ayer a última hora adherirse
a la huelga por lo que toda la flota griega permanecerá en paro
hasta la media noche del sábado por decisión de los trabajadores.
A la vez se convocaron para hoy y mañana manifestaciones en
numerosas ciudades del país y el domingo organizaron una gran marcha
en Atenas que finalizará frente al Parlamento, a la hora en que está
previsto que los diputados voten el nuevo paquete de recortes.
Tras tres años de recesión y de draconianos recortes impuestos
desde Bruselas, los ciudadanos griegos perdieron una cuarta parte de
sus ingresos y duplicaron la tasa de desempleo hasta llegar al 20
por ciento, mientras que cerca de un 30 por ciento se encuentra bajo
el umbral de la pobreza.