El establecimiento de una posición común entre el primer
ministro, Lucas Papademos, y los tres principales partidos políticos
que conforman el Gobierno (socialista, conservador y ultraderecha),
era una de las condiciones impuestas por la Comisión Europea (CE),
el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI, la llamada troika, para
desembolsar los 130 mil millones de euros que necesita la nación
helénica para evitar la bancarrota, indicó EFE.
El convenio político incluye polémicas medidas sobre la reducción
de los salarios y el gasto público, principalmente en el ya
maltrecho sistema sanitario, en un país que ha sido de los más
golpeados por la actual crisis, con casi un 30 % de la población
bajo el umbral de la pobreza, tres años de recesión a la espalda y
más de un 20 % de paro.
Tras notificarse el acuerdo, el socialista Yiannis Koutsoukos,
viceministro de trabajo, anunció su dimisión en protesta contra las
medidas pactadas, alegando que la troika ignoró los argumentos y las
propuestas de su Ministerio que advirtió su impacto negativo.
Además de las manifestaciones de descontento popular durante esta
jornada en Atenas, los sindicatos mayoritarios del país, GSEE y
Adedy, convocaron a un paro general de 48 horas a partir de mañana
para demostrar su rechazo a la actuación del Ejecutivo y las
draconianas exigencias de Bruselas, informó PL.