PINAR
DEL RÍO.— La reproducción en cautiverio del cocodrilo americano, una
especie protegida a nivel internacional debido al deterioro de su
población en varios países, creció significativamente en el 2011 en
esta provincia, luego de la introducción de una nueva técnica para
incubar los huevos.
Israel Pérez, especialista del zoocriadero de Sabanalamar, en el
municipio de Guane, aseguró a Granma que el número de
nacimientos, alrededor de 200 como promedio en los últimos años, se
incrementó a más de 700, al tiempo que el nivel de eclosión de los
huevos se elevó del 32,4 % al 61 %.
"En ello ha sido decisivo el empleo de una especie de incubadora,
mediante la cual hemos conseguido controlar la temperatura de los
nidos (debe oscilar entre los 28 y los 34 ºC) y evitar que los
afecte la lluvia o cualquier otra variación del clima, como sucedía
hasta ahora", argumenta.
La nueva herramienta, una habitación con piso de arena, techo de
tejas translúcidas y varias ventanas que se abren en caso de
excesivo calor, ofrece además la posibilidad de regular el sexo de
las futuras crías, algo de gran importancia para lograr una
proporción adecuada entre la población masculina y la femenina.
"En un ambiente de 31 a 32 ºC, el 75 % de las crías van a ser
machos, de otra forma, predominarán las hembras", explica el
especialista.
Anteriormente, ello era imposible de controlar. "Todo el proceso
tenía lugar en condiciones semi-naturales, de esa manera salían muy
pocos machos".
Ahora, en cambio, los encargados del zoocriadero de Sabanalamar,
un centro creado a mediados de los años 80 con el objetivo de
multiplicar en cautiverio el cocodrilo americano (dado que su
reproducción en vida libre alcanza niveles muy bajos), podrán hacer
su trabajo con mucha más efectividad, para ayudar a que este reptil
milenario siga figurando entre los habitantes más antiguos de la
Tierra.