LAS
TUNAS.— A partir de la entrada en vigor el pasado 15 de enero del
Reglamento del Consejo de Ministros para el otorgamiento de
subsidios a personas naturales, con el fin de acometer acciones
constructivas, las oficinas de la Vivienda y direcciones de Trabajo
y Seguridad Social viven una nueva dinámica.
Todavía en tiempo de tramitación, incluso de las primeras
solicitudes —en dicho Reglamento se establecieron 15 días hábiles
para preparar el expediente y someterlo a la consideración del
Consejo de la Administración Municipal del Poder Popular; el cual
contaría con treinta días hábiles para decidir su aprobación—, ya se
aprecia en la población la buena acogida de esta medida, dirigida a
apoyar a los damnificados por catástrofes, casos sociales críticos y
ciudadanos cuyos bajos ingresos económicos les han imposibilitado
acometer acciones constructivas frente a la vulnerabilidad de sus
viviendas.
Por ejemplo, la tunera Rosa María Guillén Rega, jubilada por
enfermedad y con apenas 200 pesos de ingreso, sabe que ahora su
solicitud de subsidio para rehabilitación menor de vivienda queda
sujeta al proceso lógico que concluye con la aprobación o no por
parte del Consejo de Administración Municipal, "pero debo decir
—afirma— que al menos en mi visita a esta oficina de trámites me han
atendido muy bien, a pesar de la gran cantidad de personas que
acuden aquí".
La afluencia confirma el impacto de esa justa medida,
particularmente entre personas de avanzada edad, impedidos físicos y
ciudadanos que todavía no han podido resarcir las secuelas dejadas
en sus hogares por el paso de huracanes, según explica Surama
González Pupo, jefa de la oficina.
En el despegue de ese trámite se ha tornado vital la capacitación
previa recibida por el personal de la entidad, para poder informar y
orientar a quienes arriban allí y no conocen qué documentos deben
presentar, sobre todo en casos de acciones constructivas para las
cuales se requiere la licencia correspondiente al esfuerzo propio,
proyecto y listado de materiales.
De acuerdo con apreciación de especialistas, esta opción está
poniendo de manifiesto también la interacción entre esas oficinas
del sistema de la Vivienda, las direcciones de Trabajo, el sector
del Comercio, el Banco Nacional de Cuba y los Consejos de la
Administración, encargados estos últimos de aprobar los casos en
forma colegiada, según las necesidades reales, el destino para el
cual se pide subsidio y el monto de lo ingresado en el territorio
por la venta liberada de materiales de la construcción.
La nueva medida expresa la voluntad del país para subsidiar a las
personas que lo requieran y no a productos, conforme a la esencia de
los Lineamientos 173 y 299, aprobados por el Sexto Congreso del
Partido.