La FAO abogó este miércoles por mejorar la capacidad de
producción y el acceso a los alimentos como mecanismos para combatir
el hambre, flagelo que afecta a 925 millones de personas en todo el
mundo.
El director general de la Organización de Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), José Graziano da Silva, afirmó
que al menos el 75 por ciento de esas personas reside en zonas
rurales de países pobres y en desarrollo, reporta Prensa Latina.
Por ello, si se crean facilidades para elevar las tasas de
productividad podríamos encontrar una respuesta al problema del
hambre, añadió el experto.
De ahí la necesidad de mejorar también la distribución y
suministro donde más se requiere, en los países en desarrollo, y
combinarlo con medidas que mejoren el acceso a los alimentos para
las personas más necesitadas".
Al intervenir en una conferencia sobre el potencial del planeta
para alimentar a la población en el 2050, recordó que en la
actualidad las disponibilidades de comida para cada persona son
superiores en el 40 por ciento a las existentes en 1945.
Sin embargo, Graziano da Silva admitió que ese comportamiento
está lejos de reflejarse en una distribución equitativa, lo cual se
evidencia con casi mil millones de personas mal nutridas, en tanto
la obesidad y el sobrepeso afectan a similar cifra.
Asimismo, advirtió sobre el mal aprovechamiento de los recursos
existentes, pues se derrocha cada año cerca del 30 por ciento de los
mil 300 millones de toneladas de alimentos que se producen.
A manera de ejemplo, mencionó que para los consumidores de Europa
y América del Norte las pérdidas oscilan entre 95 y 115 kilogramos
por persona al año.
En ese sentido, el funcionario manifestó que si disminuye el
derroche de alimentos en el 25 por ciento, entonces el mundo tendría
insumos adicionales para unos 500 millones de personas.