La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos
mantendrá una fuerte presencia clandestina en Irak y Afganistán
basadas en una combinación de espías y fuerzas de operaciones
especiales, destacaron este miércoles medios de prensa.
Las estaciones de la CIA en Bagdad y Kabul probablemente sigan
siendo durante los próximos años los mayores puestos de avanzada de
la agencia en el extranjero, reporta Prensa Latina.
Ello ocurrirá si incluso se reduce la dotación de su personal
como parte de los programas estadounidenses para desarrollar en esos
países fuerzas militares capaces de repeler los ataques de la
denominada insurgencia, reportó el diario The Washington Post.
La medida apunta a un plan del gobierno del presidente Barack
Obama que busca proteger sus intereses en países donde Washington
desató sendas guerras en la última década, apuntaron funcionarios
estadounidenses.
En diciembre de 2011, Estados Unidos completó la retirada de su
contingente militar en Irak, al tiempo que en días recientes el
secretario de Defensa Leon Panetta anunció el despliegue de los 90
mil uniformados destacados en Afganistán, en la segunda mitad de
2013.
En Afganistán, la CIA debe actuar de manera más agresiva, pues
sus capacidades paramilitares supondrán una herramienta para
contener a los talibanes, proteger al Gobierno y preservar el acceso
a pistas de aterrizaje para los aviones no tripulados con
capacidades de vigilancia y ataque.
Las asignaciones emergentes de esa institución indican que jugará
un papel importante, dadas las intenciones de la Casa Blanca de
ejercer el poder en ambas naciones de forma más racional y
quirúrgica, explicó la publicación.
La estación de la CIA en Kabul, que en un momento contaba con
unos mil empleados, se espera amplíe su colaboración con las fuerzas
de operaciones especiales una vez que comience la reducción de
tropas, citaron funcionarios castrenses.
No tengo dudas de que las fuerzas de Operaciones Especiales serán
las últimas en abandonar Afganistán, aseguró el almirante William
McRaven, comandante de Operaciones Especiales que dirigió el ataque
donde fue asesinado Osama bin Laden el año pasado.
Funcionarios estadounidenses adujeron que el tamaño de la
presencia de la agencia en Afganistán en los próximos años sigue sin
determinarse aunque es probable que las asignaciones para la CIA se
ajuste a los planes del Gobierno de retiro de las tropas.
En algunos casos, los equipos de la CIA y de Operaciones
Especiales podrían dividir el territorio para junto a las fuerzas
afganas, atacar los objetivos de los talibanes, aunque se espera una
amplia colaboración entre ambas partes, recordaron los analistas.
Fuerzas paramilitares de la CIA fueron los primeros efectivos de
Estados Unidos que entraron en Afganistán después de los atentados
terroristas del 11 de septiembre de 2001, antes de la llegada de las
tropas convencionales en octubre de ese año.