Finalizada la negociación con la denominada troika de acreedores
internacionales, el gobierno griego tratará hoy de que sus socios de
la coalición acepten los drásticos recortes exigidos en los
salarios, las pensiones y gasto público, dio a conocer Prensa
Latina.
Parece que finalmente la reunión entre el primer ministro, Lukas
Papademos, y los líderes que sostienen al ejecutivo gubernamental -socialiberales,
conservadores y ultraderechistas- se celebrará este miércoles, pese
a los numerosos aplazamientos sufridos desde el pasado fin de
semana.
Los temas de la reunión serán la reducción del salario mínimo en
un 22 por ciento, según señaló el portal de noticias in.gr, rebajas
también en las pensiones, despidos masivos en la administración y un
tajante recorte del gasto público.
Con estas medidas el salario mínimo pasaría de los 751 euros
actuales a 568, y ello generaría un descenso en las prestaciones por
desempleo, que caerían a 360 euros, y también daría lugar a
pensiones muchos más bajas.
Si hace unos días el Ministerio de Trabajo publicó el dato de que
desde 2009 los ingresos de los trabajadores habían caído un 25,7 por
ciento, con este nuevo recorte se rebajarían los sueldos a la mitad
de lo percibido hace apenas tres años.
Además, también descenderán las cotizaciones a la seguridad
social por lo que no se descarta en un futuro un mayor recorte en
las pensiones, el desmantelamiento parcial del sistema público o el
aumento en la edad de jubilación.
Con respeto a los empleados públicos la troika -Comisión Europea,
Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- exige la
reducción de 150 mil antes de 2015, por lo que el anuncio
gubernamental de cesar a 15 mil funcionarios en el presente año
podría verse aumentado en poco tiempo.
Por último, los acreedores internacionales imponen una reducción
del gasto público en el presupuesto de 2012 superior a los 3 mil
millones de euros, y según publicó el diario Rizospastis, los
mayores recortes afectarán a la salud, el gasto farmacéutico y a la
partida de inversiones públicas.
Las medidas son tan impopulares que, acorde con una encuesta de
opinión difundida hoy por la televisora Skai, un 79 por ciento de
los encuestados rechaza la firma del acuerdo para el préstamo de
ayuda, mientras que sólo un 12 por ciento lo apoya.
Además, según el sondeo, el 54 por ciento de los griegos ven de
manera negativa a la Unión Europea (un 10 por ciento más que el mes
pasado), frente al 41 por ciento que mantiene una opinión positiva
sobre la institución (un 10 por ciento menos que en enero).