Revisaba
el sitio de BBC Mundo en Internet y dos fotos me motivaron a
exteriorizar algunas informaciones relacionadas con ellas o, tal
vez, escondidas dentro de las mismas.
En la primera, un joven español lleva puesta una camiseta donde
se puede leer: Juventud sin futuro. En la otra gráfica una mujer con
cara de agobio camina frente a una pared signada con un graffiti:
Pan y trabajo.
¿Pueden ser esas imágenes de la desarrollada Europa? ¿Cuánto
invierten los "poderosos" de la Unión Europea en su peregrinar tras
Washington para acompañarlo en sus guerras, o en sus sanciones
contra países proveedores de recursos para mantener vivo el
desarrollo europeo?
Pero,
además de las fotos, los medios de prensa, aun los más grandes, que
sirven incondicionalmente al sistema capitalista, no han podido
ocultar, ni siquiera disminuir, el alcance del fenómeno del
desempleo juvenil dentro de Europa.
Los datos oficiales son demoledores: solo en España el 50 % de
los jóvenes en edad laboral no tienen empleo, y en el Reino Unido el
22 %. Otro tanto sucede en Estados Unidos, donde la falta de empleo
afecta al 23 % de los jóvenes.
El desempleo, fundamentalmente en la juventud, no ha podido ser
pasado por alto ni siquiera por los poderosos de Occidente y los
acaudalados empresarios, asistentes al recién celebrado Foro
Económico de Davos, en Suiza, donde predominó la frustración.
El mundo está sentado sobre una bomba de tiempo social y
económica que es el desempleo juvenil, se escuchó en el cónclave de
dignatarios europeos.
BBC Mundo cita a un profesor de negocios que habla de la
"generación perdida", al referirse a los jóvenes que han extraviado
la línea de visión hacia el futuro, debido a la aplastante falta de
empleo y otras oportunidades.
Uno de cada tres jóvenes en Italia están desempleados, y muchos
de ellos están contemplando emigrar a lugares tan "remotos" como
África o América del Sur con la esperanza de mejores perspectivas de
trabajo.
Las medidas de austeridad del Gobierno italiano complican la
creación de fuentes de empleo.
En España, para aumentar las posibilidades de conseguir trabajo,
los profesionales de las nuevas generaciones omiten datos en sus
currículos, según se reveló en una investigación de consultoras y
sindicatos. Es que la grave crisis económica que afecta al país está
haciendo que ingenieros, administradores de empresas, técnicos
informáticos y hasta exdirectores, oculten lo que son
profesionalmente, para tratar de emplearse en lo que aparezca.
"Usted se sorprendería con la cantidad de universitarios que
están buscando empleo en supermercados", señaló Martín Sánchez,
estudiante de Filosofía.
La mayoría de los que esconden sus referencias son profesionales
que llevan más de un año desempleados y recién graduados con altas
calificaciones.
Se trata, dolorosamente, de la juventud sin trabajo y más que
todo de una generación perdida...