La marcha del Consejo Indígena del Sur (Conisur), que reclama
anular la ley del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro
Sécure (Tipnis), reanudará hoy su travesía con destino a esta
ciudad.
Los ahora cinco mil marchistas indígenas, entre ellos centenares
de niños, serán recibidos este viernes por organizaciones sociales
de El Alto y La Paz, según declaró el cacique Gumercindo Pradel a la
prensa local.
El próximo lunes la caminata de originarios del Tipnis descenderá
a la ciudad de La Paz, la meta del recorrido desde que inició la
demanda en la localidad de Isinuta, departamento de Cochabamba, de
donde partió la marcha el 17 de diciembre para demandar al Ejecutivo
anule la denominada Ley Corta del Tipnis.
Esa norma se aprobó a fines de octubre pasado, cuando otra
marcha, dirigida por la Confederación de Pueblos Indígenas de
Bolivia (Cidob), convenció al presidente Evo Morales de prohibir
construir caminos en ese territorio y declararlo intangible.
Con la puesta en vigor de la Ley Corta, las comunidades
originarias vieron tronchada una vía que resolvería la comunicación
con otras regiones.
Los indígenas piden al gobierno continuar el segundo tramo de una
vía interdepartamental a través de ese bosque, y también demandan la
aplicación de un plan integral de desarrollo en esa reserva natural
donde habitan.
La ruta entre Villa Tunari (Cochabamba) y San Ignacio de Moxos (Beni),
a través del Tipnis, facilitaría el acceso a servicios de Salud,
Educación, y el comercio. Este fin de semana, los indígenas de la
marcha descansarán en El Alto y el lunes, a primera hora, reanudarán
la movilización hasta la Plaza Murillo de La Paz, donde se
concentrarán para pedir atención a sus demandas.
La persistente lluvia, el cansancio y la oscuridad obligaron a
los marchistas a descansar en Achica Arriba, señaló Prensa Latina.
Mientras, la gobernación de La Paz inició una campaña solidaria
para recolectar ayuda humanitaria, porque, según el gobernador César
Cocarico, la población y las organizaciones no les prestan la misma
atención que a la anterior marcha de Cidob.
Cocarico explicó que la decisión de iniciar una cruzada de ayuda
a los marchistas y sus familiares, entre ellos niños y mujeres, se
debe a la indiferencia en comparación con la ayuda que recibieron
los nativos de tierras bajas en 2011.
Por el momento, anunció la donación de dos mil frazadas e igual
cantidad de ponchos, del Fondo de la Organización de las Naciones
Unidas para La Infancia (Unicef).
El dirigente quiere que los paceños sean hospitalarios como
siempre y aseguró que el centenar de niños que acompaña la marcha
será alojado en un albergue. Por su parte, la presidenta de la
Asamblea de Derechos Humanos de La Paz, Teresa Subieta, pidió
respeto a los marchistas ante denuncias de presuntos aprestos
alentados por el opositor Movimiento Sin Miedo, del exalcalde Juan
Del Granado.
Subieta explicó que la demanda de los marchistas no difiere de la
movilización de 2011, puesto que piden respeto a derechos como
educación, salud y vivienda, y eso pasa por un desarrollo humano
sostenible dentro del Tipnis.