WASHINGTON, 26 de enero.— El Partido Republicano usa la vieja
táctica del racismo blanco, más la política del miedo y la ansiedad,
para intentar ganar adeptos en la comunidad conservadora
estadounidense, comenta hoy el medio alternativo Alternet.
No podemos olvidar que el Partido republicano contemporáneo tiene
sus raíces en la llamada estrategia sureña de mediados del siglo
pasado cuando regían en gran parte de los estados meridionales las
leyes segregacionistas Jim Crow, apunta el sitio digital.
En ese sentido —agrega el artículo— las fórmulas políticas de la
mayoría de los candidatos presidenciales en la actual campaña se
basan sobre todo en insistir en la supuesta victimización de los
blancos pobres por parte de la administración federal.
De acuerdo con la fuente, tanto Mitt Romney, como Newt Gingrich,
Rick Santorum y Ron Paul tratan de esparcir el miedo de que la
prensa liberal apoya con prioridad demográfica intereses de
inmigrantes, minorías raciales y homosexuales.
Ejemplifica con un reciente discurso de Gingrich en el cual el
pretendiente a la Casa Blanca sugiere que las personas negras son
perezosas y "a los niños y mujeres de esa raza hay que darles
fregonas y escobas para que aprendan el valor del trabajo duro".
Por su lado, Paul ha argumentado que desmantelar las leyes Jim
Crow en 1960 fue una violación del gobierno federal "porque los
derechos de los negros son secundarios ante la libertad y autonomía
que deben tener los blancos para discriminarlos".
Igualmente Santorum declaró a voceros del grupo supremacista
Birth of a Nation que muchos negros son parásitos y viven a costa
del trabajo fuerte realizado por blancos pobres, y darles a ellos
(los negros) más dinero es algo problemático en diferentes sentidos.
Romney intentó disculparse la semana pasada y aclaró que en rigor
desconocía el origen de una de las proclamas de su campaña
proselitista: Keep America American (mantengamos América americana),
una frase acuñada por el grupo racista Ku Klux Klan hace 45 años.
(PL)