El encuentro reúne en la pequeña localidad suiza a algunas de las
personalidades más poderosas e influyentes del mundo, lo cual han
aprovechado los indignados para exigir un cambio profundo en el
sistema capitalista y criticar que los propios causantes de la
crisis económica pretendan ahora resolverla.
Davos tiene como telón de fondo este año la crisis de la deuda en
la eurozona, los problemas del euro y los temores de una recesión a
nivel mundial. Hasta el momento, las soluciones recomendadas
incluyen más recortes sociales, disminución de salarios y
privatizaciones.
Al otro lado del mundo, en la cálida ciudad brasileña de Porto
Alegre, sesiona desde este martes el Foro Social Mundial (FSM),
donde se debaten ideas opuestas a las del WEF y se buscan
alternativas justas y equitativas para enfrentar las problemáticas
actuales.
Hasta allí llegaron representaciones de los indignados de varios
países y los estudiantes chilenos para compartir sus ideas y planes
de cara a la batalla que mantienen contra '"un sistema de clases
supeditado al poder de las finanzas y los bancos", según dijo a AFP
la dirigente española Ester Vivas.