Si alguien supuso que José Martí era un desconocido en la India,
pudo comprobar todo lo contrario en la celebración este viernes en
la ciudad de Nueva Delhi del 159 aniversario del natalicio del
artífice de la independencia de Cuba.
Decenas de personas demostraron durante una velada aquí que las
distancias espacio-temporales, las diferencias culturales e
idiomáticas o cualesquiera otras, no pudieron impedir que la obra
política, literaria y humanista del más universal de los cubanos
llegara a estas latitudes con un hálito fresco desde el Caribe,
reporta Prensa Latina.
Dos reputadas académicas indias, Sonya Gupta y Vibha Maurhya,
evidenciaron en amenas disertaciones el valor perenne del ideario
martiano no solo para su país, sino para cualquier nación donde se
cometa un escarnio contra los pobres de la Tierra con quien quiso su
suerte echar.
Gupta, directora del Centro de Estudios Hispánicos de la
universidad Jamia Millia Islamia, argumentó que Martí tiene tanta
significación para Cuba como el Mahatma Gandhi o Jawaharlal Nehru
para la India.
Su pensamiento es la base de la revolución cubana dijo la
prestigiosa Doctora en Filosofía y por eso entender en su justa
dimensión el proceso socio-económico y político que tiene lugar en
la isla supone la imperiosidad de estudiar a fondo el credo de aquel
iluminado hombre.
Maurhya, por su parte, disertó sobre la vastedad del quehacer
literario de Martí, a quien se considera el precursor del
modernismo, y fundamentó que su legado político es la esencia de
cuanto se hace hoy en Cuba.
Una exposición que el auditorio lo percibió estuvo fundada en
vivencias personales: la hoy prestigiosa profesora del Centro de
Estudios de la Universidad de Delhi defendió su tesis doctoral nada
menos que en la Universidad de La Habana y la basó en una
comparación entre Martí y Gandhi.
A su turno, la doctora Suma Nair también prodigó un rosario de
anécdotas, pues durante siete años del 2003 al 2010 cursó estudios
en la Facultad de Medicina de Camagüey, una provincia del oriente de
la isla.
Una vez me preguntaron si era de Guantánamo porque tengo la piel
así, tostada como la gente de ese zona de Cuba, y rápidamente
respondí que no contó. Claro, tampoco les dije que era india, porque
la verdad, hasta hoy me sigo sintiendo camagüeyana.
Suma confesó que para ella lo más impresionante de estudiar en la
nación caribeña fue que allá no solo forman excelentes médicos, sino
mejores personas.
Admiración por Cuba y por Martí aparte, las intervenciones de
Gupta, Vibha y Suma tuvieron el valor adicional de ofrecerse en un
perfecto español, lo que facilitó la labor de quienes trabajaban en
la cabina de traducciones del Instituto Cervantes de Nueva Delhi,
donde tuvo lugar la velada, que deparó otras sorpresas.
En la capital india hay una escuela pública que lleva el nombre
de José Martí, y uno de sus profesores, Vincent Raja, narró las
actividades que realizan con los alumnos para darles a conocer su
obra.
Una de ellas refirió- es leerles La Edad de Oro (un libro del
Apóstol dedicado especialmente a los niños).
Después, con absoluta espontaneidad, el agregado cultural de la
embajada de Argentina en la India, Juan José Santander, recitó de
memoria pasajes del poema martiano La Niña de Guatemala, y leyó dos
propios dedicados a Cuba.
De sorpresa en sorpresa, fue el turno de un joven estudiante de
la Universidad de Delhi, quien regaló a los presentes una traducción
suya al hindi del poema de Martí Dos patrias.
Luego, la embajadora de Venezuela aquí, Milena Santana, contó
algo de particular valor cuando fue invitada a hablar.
Resulta que Santana había cumplido misión diplomática en Naciones
Unidas y en más de una ocasión fue testigo de las resoluciones que
año tras año invocan a Estados Unidos a poner fin al bloqueo
económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la
irredenta nación caribeña.
Eso siempre me impresionó, pero fue realmente después, al cumplir
misión en Cuba, cuando entendí cuán criminal era la pretensión de
Washington de intentar rendir mediante el hambre y las necesidades a
ese país, señaló.
Cuba me regaló por aquellos días agregó, algo que guardo como un
preciado tesoro: cuando se tiene la razón y se defiende una buena
causa, la capacidad de resistencia del ser humano y del pueblo no
tienen límites.
El último orador fue el ministro consejero de la embajada de Cuba
en la India, Eduardo Iglesias, quien agradeció a todos los que hoy
juntaron sus manos con las de millones de cubanos para defender la
idea de que un mundo mejor es posible, como lo soñó Martí.
La fiesta porque lo fue terminó con la entonación en español de
la emblemática canción La Guantanamera, cuyas estrofas enlazan
algunos de los más conocidos Versos Sencillos del insigne patriota
cubano.