Miembros de la Asociación de Padres de Estudiantes Ecuatorianos
en Cuba honraron este viernes a José Martí en el aniversario 159 de
su natalicio y agradecieron la educación humanista que reciben sus
hijos en la isla.
Tras asistir en la colocación de una ofrenda floral a Martí en un
obelisco de una céntrica plaza quiteña, Galo Vélez, presidente de
esta Asociación, dijo a Prensa Latina que es deber rendir tributo a
quien se admira en este país al igual que al Comandante Fidel Castro
y al presidente Raúl Castro.
Sin embargo, su acercamiento a Cuba no llegó a partir de esta
posibilidad para su hijo, y aclara: yo quiero a Cuba de siempre. He
seguido a su Revolución durante todos estos años, y sé lo que han
luchado Fidel, Raúl y el pueblo cubano.
Arturo Galarza, cuya hija cursa la especialidad en Medicina
General e Integral en Cuba, se mostró satisfecho de la increíble
formación humanista que ha recibido la joven.
César Guelfa, quien carga una enorme pancarta donde están las
imágenes del general Eloy Alfaro, prócer independentista
ecuatoriano, y de Martí, recordó la amistad entre estos dos héroes,
cuyos ejemplos deben ser seguidos por los hijos de las dos Patrias.
María Teresa Carrera, presidenta de la Asociación de Padres en la
provincia de Pichincha, está segura de que los jóvenes ecuatorianos
volverán para devolver todo lo aprendido en la medicina preventiva,
en beneficio de los más pobres.
De ello da seguridad Yaquelín Suárez, quien tiene a dos de sus
vástagos acogidos al plan de becas concedido por el gobierno cubano
para estudiantes de escasos recursos.
Mis hijos me dicen que ellos se forman como personas de ciencia y
conciencia. Por eso yo digo que primero Fidel Castro y después Dios,
afirmó tras desear salud al Comandante en Jefe, a Raúl Castro y a
todo el pueblo cubano por la generosidad de acoger a los jóvenes en
la isla.
Para Rosa Guamán, el líder de la Revolución cubana es el padrino
de los becarios ecuatorianos, por haberles ofrecido esta oportunidad
a ellos y a otros cientos de países del Tercer Mundo, incluso de
Estados Unidos.
Ahora (los estudiantes) son la esperanza de Correa para
transformar la salud pública en Ecuador y estamos seguros de que
cumplirán su promesa, dijo.
Y con absoluta convicción remarcó que este país va a cambiar con
el regreso de esos muchachos, porque han aprendido a ser solidarios,
sin importarles el dinero.
Mario Hernández sabe que su hija va a ocupar el puesto que le
asignen en la atención primaria de la salud pública en Ecuador,
porque conoce la formación humilde y ética que ha recibido en Cuba
durante estos años.
Unos mil 800 jóvenes ecuatorianos cursan estudios en Cuba,
mayoritariamente en la Escuela Latinoamericana de Medicina.