El ejército pakistaní rechazó este lunes un reporte de Estados 
			Unidos sobre el ataque aéreo de la OTAN a dos puntos de control en 
			la frontera con Afganistán el pasado 26 de noviembre, que mató a 24 
			de sus defensores.
			Pakistán no está de acuerdo con varias partes del informe y las 
			conclusiones de la investigación, ya que no son correctas, señaló en 
			un comunicado Inter-Servicios de Relaciones Públicas (ISPR), el 
			órgano de información de los militares, reporta Prensa Latina.
			Según el informe de Estados Unidos, difundido el 22 de diciembre, 
			tanto sus fuerzas como las pakistaníes cometieron errores 
			conducentes al incidente.
			El mando norteamericano aseguró que los soldados pakistaníes 
			fueron los primeros que dispararon, cuando los de la OTAN se 
			disponían a cumplir una misión en los límites con la región tribal 
			de Salala.
			Admite, empero, que sus tropas cometieron un error de mapeo y no 
			precisaron con exactitud las coordenadas de las posiciones 
			pakistaníes, con lo que creyeron estar siendo atacadas por los 
			talibanes, y repelieron la agresión.
			El comunicado de ISPR sostiene que, en efecto, sus efectivos 
			realizaron disparos en la zona, pero nunca en dirección a las 
			fuerzas de la OTAN, sino sobre un sospechoso movimiento militante (talibanes 
			activos en la región).
			La causa fundamental del incidente del 26 de noviembre de 2011, 
			fue el fracaso de Estados Unidos ISAF (Fuerza Internacional de 
			Asistencia para la Seguridad en Afganistán) para compartir sus 
			operaciones en la frontera con Pakistán a cualquier nivel, señaló.
			Estados Unidos ISAF violaron todos los procedimientos 
			establecidos de mutuo acuerdo con Pakistán para controlar las 
			operaciones transfronterizas y evitar tales acciones fuera de lugar, 
			refirió el Ejército pakistaní.
			Atribuir parte de la responsabilidad del incidente a Pakistán es, 
			por lo tanto, injustificado e inaceptable, recalcó.
			En respuesta a la agresión, Islamabad ordenó ese mismo día cerrar 
			las rutas a través de las cuales pasa casi un tercio de los 
			combustibles e insumos para las tropas de la OTAN, una medida que 
			aún se mantiene, y exigió a Estados Unidos evacuar la base de drones 
			que ocupaba en el noroeste del país.
			Según analistas, el rechazo de Pakistán al informe estadounidense 
			pone en precario las posibilidades de entendimiento entre ambos 
			países, en picada desde la inconsulta operación norteamericana que 
			culminó con la muerte de Osama bin Laden el 2 de mayo del pasado 
			año.
			Por lo pronto, siguiendo instrucciones del primer ministro Yousuf 
			Raza Gilani, el Comité de Seguridad Nacional del Parlamento está 
			reevaluando las relaciones bilaterales y se espera que el próximo 
			mes someta sus recomendaciones al pleno del órgano legislativo.