Las tensiones sociales en Italia subieron hoy de tono con una 
			masiva huelga en el sector del transporte, contra las políticas de 
			privatizaciones anunciadas por el gobierno del primer ministro Mario 
			Monti.
			Los camioneros iniciaron este lunes un bloqueo de carreteras en 
			varias ciudades de norte a sur del país que tienen previsto mantener 
			hasta el próximo viernes en caso de que el Ejecutivo persista en 
			aumentar el precio del combustible, peajes y seguros.
			Para el secretario general del sindicato de los transportistas, 
			Maurizio Longo, la alta adhesión a la protesta demuestra la gravedad 
			de la crisis.
			Medios capitalinos precisan que durante esta jornada había más de 
			60 bloqueos en todo el país, aunque aumentaban con el paso de las 
			horas.
			Frente a tal escenario, la ministra italiana del Interior, 
			Annamaria Cancellierei, afirmó que no serán toleradas las 
			obstrucciones en las vías.
			Seguimos con atención y firmeza las protestas, y estamos abiertos 
			al diálogo, pero también a usar todos los instrumentos que la ley 
			pone a disposición, subrayó Cancellieri.
			Por su parte, los taxistas proclamaron también una jornada de 
			huelga contra el plan del gobierno que prevé liberalizar el sector, 
			y eliminar ciertos privilegios.
			Céntricas calles de esta capital permanecían bloqueadas por 
			cientos de taxis, lo cual ocasionó caos en el tráfico.
			Varios sindicatos, entre ellos, el de los ferroviarios, planean 
			una jornada de manifestaciones de jueves a viernes próximos, en 
			protesta contra la abolición, prevista en el decreto de 
			desregulaciones, de la obligación de la empresa de adoptar un 
			específico contrato de trabajo.
			El Gobierno italiano promueve un régimen de libre competencia y 
			abre el mercado al exterior, con el apoyo del capital privado.
			Las liberaciones buscan poner fin a ventajismos, deformaciones y 
			trampas burocráticas que hacen del mercado italiano uno de los más 
			rígidos y caros de Europa, explicó recientemente el Primer Ministro.
			Las disposiciones gubernamentales también afectarán a los 
			farmacéuticos, escribanos y abogados, así como a los trabajadores de 
			los correos, bancos y el sector energético.
			Esos gremios prevén igualmente salir a las calles, posiblemente a 
			mediados de febrero próximo, reportó Prensa Latina.