El informe a la Liga Árabe de su misión observadora en Siria 
			confirma los actos de violencia que perpetran grupos armados contra 
			instituciones militares, orden público, dependencias estatales y la 
			población civil, según trascendió aquí.
			La agencia de noticias SANA reseña partes de ese documento, el 
			cual fue entregado al gobierno sirio, así como al resto de los 
			Estados miembros de la LA, que lo analizó anoche en El Cairo, 
			Egipto, y recomendó prorrogar la labor de los veedores por otro y se 
			le brinde apoyo periodístico y político.
			Todavía el gobierno sirio no se ha pronunciado respecto a esa 
			decisión de la LA de extender la inspección, aunque algunas fuentes 
			dicen que no lo rechazaría.
			SANA cita al secretario general de la LA, Nibal al-Arabi, quien 
			admitió que el informe del general sudanés Mohammad al-Dabi, jefe de 
			la misión observadora, confirmó la presencia de bandas armadas, 
			elemento ignorado en el protocolo firmado entre Damasco y la LA.
			Esos grupos, sobre los que el gobierno sirio insiste tener 
			evidencias que son pertrechados y financiados desde el exterior lo 
			cual avalan investigaciones periodísticas, han usado bombas 
			térmicas, y misiles antitanques en sus ataques contra sedes 
			gubernamentales, ciudadanos, autobuses de pasajeros e instalaciones 
			económicas y de servicio, reconoció al-Arabi.
			Los veedores también detectaron ataques violentos contra las 
			fuerzas militares y seguridad, y sedes gubernamentales, agrega el 
			informe.
			El reporte del general al-Dabi advierte que la misión de 
			observadores fue objeto de una feroz campaña mediática, en el que 
			algunos medios de información procedieron a exagerar los sucesos y 
			distorsionar la verdad, indica SANA.
			Esas noticias fabricadas dificultaron y perjudicaron la labor de 
			los observadores, e incluso algunos medios difundieron declaraciones 
			infundadas y las atribuyeron al jefe de la misión, denuncia el 
			informe que es citado por SANA.
			Señala, además, que los equipos de monitores recibieron el apoyo 
			apropiado por parte del gobierno sirio para lograr el éxito de su 
			labor y no les impuso restricción alguna en las reuniones y visitas 
			realizadas.
			Añade que las manifestaciones pacíficas no fueron interferidas 
			por parte de las autoridades sirias.
			Las autoridades concedieron -indica- licencias de trabajo a 
			periodistas de 36 medios durante el mes de trabajo de la misión 
			observadora y que estos pudieron realizar su labor sin 
			restricciones.
			SANA subraya que el reporte de los observadores responsabiliza a 
			los grupos armados alentados por una oposición en el exterior por la 
			muerte del periodista francés Gilles Jacquier, en la ciudad de Homs.
			Igualmente, en el informe consta que el Gobierno retiró del 
			interior de las ciudades y barriadas las unidades militares 
			desplegadas en ellas para preservar la seguridad ciudadana ante los 
			ataques de los grupos armados, y que fueron excarcelados cientos de 
			detenidos en virtud de una nueva amnistía.
			En total, han sido liberadas cinco mil 225 personas arrestadas 
			por su implicación en los acontecimientos durante el pasado año, 
			apuntó Prensa Latina.
			Al-Dabi criticó en su informe a los miembros de la misión que se 
			retiraron por razones personales y pretextos fingidos los cuales no 
			encontró aceptables, y advirtió que algunos de ellos tienen agendas 
			privadas y otros no se remitieron al juramento.
			Disgustados porque el contenido del reporte no responde a la 
			campaña antisiria que azuzan, los gobiernos Arabia Saudita y Catar 
			lo rechazaron. El primero advirtió que retirará los observadores 
			sauditas de la misión y el segundo reiteró de nuevo su llamado a 
			enviar tropas árabes a Siria y llevar el caso al Consejo de 
			Seguridad de la ONU.