El movimiento Ocupar Wall Street (OWS) en Estados Unidos planea
hoy una gran concentración frente a la sede del Congreso, para
acompañar el reinicio de las Cámara de Representantes tras el
habitual receso de fin de año, dio a conocer Prensa Latina.
Los activistas prevén que esta sea la manifestación más grande
del grupo hasta el momento, a fin de recobrar la atención de la
opinión pública y volver a propiciar fuerzas a sus integrantes.
Será una demostración pacífica contra el sistema político
corrupto, enfocada en impulsar el éxito del movimiento, orientando
el debate político, en los hechos reales que importan a la gente,
indicó el sitio digital OccupyYourCongress.info.
No daremos muchos detalles respecto a las actividades. Ya
contamos con los permisos necesarios. No sabemos todavía cuánta
gente llegará a Washington, pero esperamos que sean miles, explicó
Kasey, una activista que prefirió guardar su apellido. El hecho
resultará una prueba más de la vigencia y cohesión de los pacifistas
estadounidenses cuando los principales medios de comunicación
especulan en torno a la sobrevivencia de las manifestaciones
iniciadas el pasado 17 de septiembre, comentó el diario californiano
La Opinión.
Los representantes regresan este martes al Capitolio para
recomenzar las sesiones de trabajo durante un año electoral, en el
cual subsisten pocas expectativas para el avance de cualquier acción
legislativa importante, comentó la víspera el diario The Washington
Post.
Al mismo tiempo, los legisladores son recibidos por índices de
desaprobación record, según indica un nuevo sondeo.
Del 84 por ciento de los estadounidenses que critican el trabajo
del Congreso, casi dos tercios dijeron que lo desaprueba firmemente,
destacó la pesquisa conjunta del periódico y la cadena televisiva
ABC News.
Tal tendencia consolida un nivel sin precedentes de disgusto
público, a menos de 10 meses de las elecciones presidenciales y
legislativas de noviembre, destacó el rotativo.
Durante los últimos meses, la ciudadanía atestiguó las enconadas
disputas en ambas cámaras congresionales que amenazaron incluso con
un cierre de las dependencias federales, ante la falta de consenso
para determinar los presupuestos de estos 12 meses, así como el tema
de la rebaja de impuestos.
Con el reinicio de las actividades del Senado la semana próxima,
el Congreso está a punto de reanudar una serie de pequeñas
escaramuzas respecto al pedido del presidente Barack Obama de
extender la exención de gravámenes para la clase trabajadora a todo
el año, indicó el Times.
La mayoría republicana en la Cámara baja apoyó la ampliación del
recorte de impuestos solo por dos meses, pero condicionó su apoyo
con una cláusula que otorga a la Casa Blanca un plazo hasta el 21 de
febrero para que decida la construcción del controversial oleoducto
Keystone XL, desde Canadá hasta el Golfo de México.
Analistas precisan que la anunciada negativa del gobernante a
pronunciarse sobre el tema antes de los comicios presidenciales
resultará un nuevo punto de confrontación entre demócratas y
republicanos en el Congreso.