Una jueza francesa pidió a Estados Unidos autorización para
investigar las denuncias de torturas en el campo de prisioneros de
la base de Guantánamo, ocupada ilegalmente por Washington en
territorio cubano.
La magistrada Sophie Clement, que lleva el caso de tres
exprisioneros franceses en esa cárcel, reclama acceso para proceder
a todas las constataciones materiales útiles en la base
estadounidense, reporta Prensa Latina.
En una Comisión Rogatoria Internacional, fechada el 2 de enero,
Clement demanda también tomar conocimiento y hacer copia de todos
los documentos en su poder, relativos a los ciudadanos Murad
Benchelali, Nizar Sasi y Jale Ben Mustafa.
En particular reclama información relativa a las condiciones de
su arresto, confinamiento en un campo militar en Kandahar,
Afganistán, y su posterior traslado y retención en el enclave de
Guantánamo.
Después de la invasión contra Afganistán, Estados Unidos abrió en
2002 la prisión para recluir allí a los capturados en la mal llamada
guerra contra el terrorismo.
Desde entonces, alrededor de 800 personas, entre ellas más de una
docena de niños, fueron trasladadas en vuelos secretos a esa cárcel,
donde según informaciones del Pentágono, 171 ciudadanos de 20 países
permanecen recluidos.
Organismos internacionales, activistas y defensores de derechos
humanos exigen el cierre de la instalación, conocida por los
sistemáticos maltratos y torturas allí cometidos.