NACIONES UNIDAS, 16 enero.— Naciones Unidas advirtió hoy que la 
			creciente violencia armada en Nigeria y la inestabilidad en Guinea 
			Bissau pueden afectar el progreso registrado en la situación 
			política en África Occidental.
			Los países de esa área todavía son vulnerables a incidentes y 
			existe peligro para los avances conseguidos en materia de 
			pacificación, democracia y estabilidad, subrayó el jefe de la 
			oficina de la ONU para la región, Said Djinnit. 
			En una intervención ante el Consejo de Seguridad, el funcionario 
			se refirió a los recientes ataques del grupo Boko Faram en Nigeria y 
			llamó a las autoridades nigerianas a encontrar la vía y los medios 
			para resolver los actuales desafíos a su seguridad.
			La semana pasada, la Alta Comisionada de la ONU para los derechos 
			Humanos, Navi Pillay, urgió a los dirigentes políticos y religiosos 
			de ese país a detener la espiral de violencia sectaria desatada las 
			acciones de esa organización islámica.
			La tolerancia religiosa vigente en Nigeria está amenazada, 
			aseguró la responsable, quien apuntó el peligro de que Boko Haram 
			consiga sembrar la discordia entre musulmanes y cristianos o entre 
			norteños y sureños.
			Con respecto a Guinea Bissau, Djinnit se refirió a la intentona 
			de golpe de Estado registrada a finales de diciembre cuando un grupo 
			de militares atacó el edificio del Estado Mayor de las fuerzas 
			armadas y a dos unidades ubicadas en la capital.
			La situación en ese país está marcada además por el fallecimiento 
			la semana pasada en París del presidente, Malam Bacai Sanha, víctima 
			de la diabetes.
			Djinnit también subrayó la necesidad de continuar el 
			enfrentamiento contra la piratería marítima en el Golfo de Guinea.