En un nuevo gesto humanitario para disipar la crisis en el país,
el presidente sirio, Bashar al-Assad, decretó una amnistía general
por delitos cometidos en el contexto de sucesos acontecidos desde el
pasado 15 de marzo, reportó Prensa Latina.
La ordenanza contempla delitos relacionados con las leyes sobre
manifestaciones pacíficas, portar o poseer armas y municiones sin
licencia y evasión del reclutamiento militar, indican hoy medios
periodísticos nacionales.
Los fugitivos no podrán beneficiarse del decreto al menos que
acudan a las autoridades antes del 31 de enero de 2012, precisa el
comunicado presidencial.
Citado por la agencia SANA, el ministro de Justicia, Tayseer Qala
Awwad, señaló que esta amnistía general está concebida para brindar
una oportunidad a todas aquellas personas que cometieron delitos
vinculados con los acontecimientos registrados desde marzo del
pasado año.
En virtud del decreto presidencial, la Fiscalía General deberá
aplicar el dictamen inmediatamente.
La pasada semana, el presidente al-Assad dijo en un discurso a la
nación que las autoridades tendrán mano de hierro contra quienes
estén detrás de los actos terroristas, en especial los mortíferos
atentados y los destructores sabotajes.
Pero sabrán diferenciar -aclaró- a quienes están confundidos o
han sido compulsados a cometer acciones por la intensa campaña de
instigación y tergiversación a la que está sometido el país por
fuerzas externas.
A principio de noviembre pasado, tras la firma del acuerdo con la
Liga Árabe, al-Assad decretó otro perdón para todas aquellas
personas que hubieran portado, escondido, adquirido o distribuido
armas, pero sin la comisión de delitos de sangre.
Sin embargo, la vocera del departamento de Estado norteamericano,
Victoria Nuland, inmediatamente instó a los grupos armados,
dedicados a cometer actos terroristas contra la población civil y
objetivos económicos, a no acogerse a la amnistía y proseguir sus
acciones.
También en cumplimiento de lo pactado con la Liga Árabe, las
autoridades sirias han puesto en libertad desde principio de
noviembre a tres mil 952 personas detenidas por delitos relacionados
con las revueltas y otros acontecimientos, y que no cometieron actos
de sangre o violentos.