El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, definió la Revolución
Ciudadana que encabeza como un proyecto alternativo de cambio
radical, profundo y rápido del sistema vigente hacia una sociedad
mejor, y con principios claros.
No se trata solo de oponerse por oponerse, cambiar por cambiar,
dijo. La pregunta es: ¿cambiar hacia dónde? Tiene que ser hacia algo
mejor, y eso es lo que está sucediendo en Ecuador, subrayó Correa en
entrevista concedida al diario público El Telégrafo, reporta Prensa
Latina.
Explicó el apellido de ciudadana al concepto de revolución porque
ha sido la voluntad de los ciudadanos, los indignados los que nos
trajeron aquí, y Ecuador se indignó mucho antes que el resto del
mundo.
Gracias a esa indignación, a los forajidos, al decir basta a
tanta destrucción, se generó el gobierno de la Revolución Ciudadana,
comentó, e indicó que los gabinetes itinerantes y la participación
de la gente en ellos demuestran que es una revolución de los
ciudadanos.
Queremos que manden las grandes mayorías en procesos
democráticos, afirmó el gobernante al calificar de esencial en ese
proceso los programas que se han presentado al escrutinio del pueblo
y criticar la mediocridad de satanizar hasta el liderazgo.
¿Usted me puede decir de algún proceso en el mundo que no haya
tenido un liderazgo fuerte?, preguntó a su entrevistador Orlando
Pérez, subdirector de El Telégrafo, y subrayó que su gobierno ha
sido participativo, con equidad de género y gabinetes itinerantes.
Muestra de ello citó también la socialización de leyes, la
elaboración de la Constitución de la República, con espacios de
participación y jornadas extenuantes, y al presidente recibiendo a
todos los estamentos, gremios, alcaldes, en sus visitas a cada
rincón del país.
Para radicalizar esta revolución, subrayó, tenemos que seguir con
ese cambio de poderes en función de las grandes mayorías que
dependen básicamente de la acción política del gobierno.
El complemento, lo necesario, es el cambio cultural, la cultura
de excelencia que depende de todos los ecuatorianos, y precisó este
será el año del talento humano, la ciencia y la tecnología, porque
creemos que sin eso no habrá futuro.
Advirtió que el peor error en el que pueden caer los
revolucionarios ecuatorianos es el exceso de confianza, pues alertó
hay gente conspirando y los jefes de inteligencia que descaradamente
trabajan con la CIA siguen conspirando y manejando círculos.