Entre los asistentes destacaban los presidentes de La Izquierda, 
			Gesine Lötzsch y Klaus Ernst, así como su líder en el grupo 
			parlamentario del Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán), 
			Gregor Gysi, y el expresidente del partido y exministro de Finanzas 
			en su etapa socialdemócrata, Oskar Lafontaine.
			Unas mil personas con pancartas, según la policía, partieron 
			desde la Puerta de Fráncfort hacia el Monumento a los socialistas en 
			el cementerio de Friedrichsfelde.
			En el cementerio, las tumbas de Luxemburgo y Liebknecht quedaron 
			cubiertas por un manto de claveles rojos.
			Miembros del Taller de Historia de Berlín rebautizarán 
			simbólicamente con el nombre de Puente de Rosa Luxemburgo un paso de 
			peatones sobre el Landwehrkanal, el canal construido en Berlín a 
			mediados del siglo XIX para aliviar la carga de circulación sobre el 
			río Spree. Desde ese puente, fue arrojado al canal el cuerpo sin 
			vida de la líder comunista el 15 de enero de 1919 por miembros de 
			los "Freikorps", la milicia nacionalista de derechas.
			Antes de ser asesinados, Luxemburgo y Liebknecht habían sido 
			detenidos y torturados.