El
presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó que nada puede detener
el avance del proyecto de la Revolución Ciudadana, que arriba hoy a
su primer lustro.
"Vivimos un cambio de época, estamos construyendo la
Patria nueva", sentenció Correa, interrumpido constantemente por un
auditorio multitudinario con gritos de ¡reelección! en la provincia
de Cuenca, reporta Prensa Latina.
Durante el festejo por los primeros cinco años de
este gobierno, la víspera, el mandatario dijo que ha sido un período
duro y de mucho trabajo, pero él estará donde la Patria y el
Movimiento Alianza PAÍS requieran.
Correa llamó a sus seguidores a trabajar sin excesos
de confianza, no solo para ganar la Presidencia cualquiera sea el
candidato, sino para dar continuidad a la Revolución y alcanzar la
amplia mayoría en la Asamblea Nacional.
"Recuerden: nada está ganado, nada hemos logrado
todavía. A seguir luchando como el primer día", señaló.
Lamentó la existencia de "diputados de alquiler",
quienes habrían llegado al órgano legislativo ecuatoriano
representando los colores de la Revolución y se pasaron al extremo
opuesto, hecho que habría obstaculizado el desempeño gubernamental.
El presidente significó que el gobierno ha ganado
legitimidad democrática, pero el peor error "sería subestimar la
creatividad y perversidad de los enemigos internos".
"Solo el tesón y la fe que le pongamos nos llevará a
un nuevo triunfo de la Revolución Ciudadana", acotó, y agregó que
"la Patria no está en venta".
Correa describió entre los "momentos mágicos"
vividos en esta etapa la aprobación de la nueva Constituyente en
2008, el respaldo popular contra el intento de golpe del 30 de
septiembre de 2010 y las sucesivas victorias en las urnas.
Ahora, expresó, la Patria vuelve con un estado
plurinacional e intercultural, con negros, blancos, mestizos,
indígenas, montubios y cholos, representando a las grandes mayorías,
con proyectos de salud, educación, la reducción de la pobreza y la
dignificación del trabajo.
La Patria vuelve con una clara opción para los más
pobres, y con el ser humano por encima del capital, con la
recuperación del Estado, la lucha contra la corrupción y la
impunidad, añadió.
El dignatario agradeció a todos los colaboradores de
este proceso revolucionario y los llamó a continuar la lucha "por un
mejor país, con las manos limpias y el corazón ardiente".