La Defensa Civil de Minas Gerais informó este sábado que 166
municipios de ese estado brasileño están en situación de emergencia
debido a las intensas y persistentes lluvias de las últimas semanas.
El último balance del organismo de socorro precisa que en esta
jornada 13 municipios decretaron el estado de emergencia debido a
los daños causados por las precipitaciones, asociadas a la actual
temporada lluviosa, que comenzó en octubre pasado, reporta Prensa
Latina.
El 19 por ciento de los municipios mineros se encuentran en esa
condición, mientras suman 228 los territorios y más de tres millones
100 mil habitantes, debido a deslizamientos de tierra,
desbordamientos de ríos e inundaciones, indica el reporte.
La Defensa Civil estadual dio cuenta de 15 muertes por los
temporales desde octubre pasado, tres desaparecidos y una treintena
de heridos.
En total han sido destruidas 639 viviendas y otras 16 mil 500 han
sufrido daños parciales.
Además, apunta, cuatro mil 650 personas han perdido sus hogares y
otras 53 mil han tenido que abandonarlos. Todas están refugiadas en
casas de parientes, amigos o en lugares habilitados por las
autoridades.
Mientras, el Instituto Nacional de Meteorología pronóstico tiempo
nublado con rachas de lluvias fuertes en buena parte de Minas Gerais,
lo que obligará a la población a permanecer alerta este fin de
semana.
Las precipitaciones de la actual temporada lluviosa en Brasil han
castigado con mayor rigor a la Región Sureste, y en particular a
Minas Gerais, el más perjudicado, aunque el mayor número de víctimas
fatales hasta el momento lo reporta Río de Janeiro, con 22.
De esa cantidad de fallecidos, 21 lo fueron en un deslizamiento
de tierra la madrugada del lunes pasado en el distrito de Jamapará,
municipio de Supacaia, en centro-sur de Río de Janeiro.
Ocho viviendas con sus moradores dentro y un vehículo donde se
refugiaron cinco integrantes de una misma familia fueron sepultados
por la tierra y los escombros.
Ante los severos estragos, el gobierno federal liberó una suma
millonaria para acciones emergentes en Minas Gerais, Río de Janeiro
y Espírito Santo, y creó una Fuerza Nacional de Apoyo Técnico de
Emergencia, para evitar nuevos desastres naturales y colaborar en la
reconstrucción de las localidades afectadas.