Observadores árabes continuaron ampliando el radio de inspección
en Siria y este sábado están ya desplegados en seis nuevas zonas de
Deir Ezzor, Sweida, Qamishli, Palmyira, Tartous y Raqqa.
La información la confirmó el jefe de la Oficina de Operaciones
de la Misión observadora, Adnan al-Khoudhir, quien además aseveró
que su dependencia sigue recibiendo informes del equipo de veedores
sobre sus observaciones en suelo sirio, reporta Prensa Latina.
Igualmente, recibe informaciones que envían ciudadanos sirios que
a su vez el comunica a los inspectores, indicó.
Al-Khoudhir afirmó que la misión prosigue su labor acorde con el
protocolo firmado con el Gobierno de Damasco sin prestar atención a
las imputaciones, rumores de prensa y críticas de las que son
objetos.
La avanzada de monitores llegó a la capital siria el pasado 22 de
diciembre, un día antes de que suicidas perpetraran dos mortíferos
atentados terroristas contra sendas dependencias de la seguridad
nacional en zonas céntricas y muy concurridas que dejaron saldo de
70 muertos y 209 heridos, la mayoría civiles.
A partir del 26 de diciembre llegó el grueso del grupo, y
permanecerán en Siria hasta el 19 de enero, según precisó al-Khoudhir.
Este viernes equipos de inspectores visitaron el Hospital Bosra
en Daraa, donde entrevistaron a pacientes y lugareños, en tanto otro
se trasladó a la ciudad de Sweida y recorrió varios de sus
vecindarios, reportó la prensa aquí nacional.
En Hama, los observadores continuaron sus recorridos por
barriadas, en tanto otros estuvieron en el Centro Médico
Especializado de Aleppo, y un quinto grupo se dirigió a la sureña
ciudad portuaria de Tartous. Otro se trasladó a la urbe de Qamishli,
en la provincia de Hasaka, y se reunió con sus residentes.
Mientras, los canales Al-Jazeera y Al-Arabiya prosiguen una feroz
campaña mediática contra Siria, y ahora insisten en presuntas
protestas antigubernamentales en poblados en el interior del país.
Y también de apoyo al llamado Ejército Sirio de Liberación,
supuestamente integrado por desertores de las fuerzas armadas
sirias, que según medios regionales y hasta europeos es una fuerza
que Catar con apoyo de Arabia Saudita, Occidente, y la venia de
Turquía, trata de formar en suelo turco con mercenarios a sueldo
miembros de agrupaciones islamitas extremistas.
La ofensiva mediática insiste en ese enfoque luego que el
secretario general de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, quien está
jugando un papel de clara posición antisiria, expresó el jueves su
temor de que estalle una guerra civil en Siria.
al pretensión es la misma que vienen circulando los gobiernos de
Estados Unidos y de sus aliados europeos, así como sus medios de
prensa.
Esa es la opción que les queda después que no pudieron conseguir
en el Consejo de Seguridad de la ONU la aprobación de una resolución
al estilo de la adoptada contra Libia, comentó una fuente occidental
en Damasco.
Hasta ahora, según analistas aquí, no existen evidencias ni
elementos reales sobre el terreno que sostengan tales alegatos, pues
solo operan grupos armados aislados, dispersos sin una dirección
central dedicados a actos criminales y terroristas, y que son
rechazados por las poblaciones atemorizadas por ellos en los sitios
donde operan.
No obstante, esas fuentes advierten que están preparando y
ejecutando acciones selectivas contra blancos específicos, como
contra profesionales y objetivos económicos sensibles.