Me enamoré de Cuba

Entrevista a Liu Yuqin, embajadora de China

CLAUDIA FONSECA SOSA

FOTO: Yaimí Ravelo"Estoy triste y feliz a la vez", dijo Liu Yuqin, embajadora de la República Popular China al recibir la Orden de Solidaridad que le concediera recientemente el Consejo de Estado cubano. "Triste porque termina mi estancia en la Isla, y feliz porque las relaciones entre China y Cuba están profundizándose cada día más", comentó durante una visita al Periódico Granma días antes de regresar a su país.

Cuba ha estado vinculada a buena parte de su carrera diplomática, ¿qué significado tiene para usted?

Entre 1996 y el 2000 fui Consejera Política de la embajada china en La Habana. Diez años después regreso como embajadora, responsabilidad que concluyo este 2012. Además, en distintos momentos trabajé en la Dirección General de América Latina en la Cancillería china y desde esa posición me vinculé igualmente a temas relacionados con la Isla. Por tanto, puedo afirmar que le debo mucho a Cuba.

Desde pequeña supe de la Revolución cubana. Empecé a admirar a Fidel, a Raúl, y a todos los dirigentes de esa generación histórica. Por supuesto, en aquella época no imaginaba que años más tarde iba a vincularme tanto a este país ni que representaría al mío aquí.

Este es un pueblo al que admiro por su resistencia ante las adversidades y la alegría. Sinceramente me ha dado mucho gusto cumplir mi misión diplomática en Cuba, y creo que me he ido enamorando de ella con los años.

¿Cómo valora el estado de las relaciones bilaterales?

Los vínculos entre China y Cuba se consolidan no solo en el ámbito político y económico, también en el área de la cultura, la salud y la educación, entre otros. Hemos logrado establecer una cooperación estratégica muy importante para ambas partes.

Actualmente China se mantiene como el segundo socio comercial de Cuba. Y, aunque la crisis económica mundial nos ha afectado a todos, el comercio entre ambas naciones va en ascenso.

Hemos avanzado notablemente en la cooperación biotecnológica. Ya se producen conjuntamente algunos productos como el anticuerpo monoclonal y los interferones, y se proyecta la fabricación de nuevos medicamentos.

El primer grupo de estudiantes chinos que cursaban el idioma español en las universidades cubanas ya se graduó, lo cual es muy importante para nosotros porque las relaciones de China con los países latinoamericanos están en muy buen momento y tenemos déficit de personal hispanohablante. Además, hay muchos jóvenes chinos que vienen a Cuba a estudiar Medicina.

Entre los dos países domina un ambiente favorable y mucha confianza política. Por ejemplo, en julio del año pasado, el Gobierno cubano recibió la visita del vicepresidente Xi Jinping. Este encuentro fue un paso importante para las relaciones actuales y futuras, lo cual se demostró con la firma de 13 acuerdos para el intercambio económico y comercial.

Usted tuvo la oportunidad de vivir y trabajar en la Isla en distintos momentos del proceso revolucionario. ¿Pudo advertir transformaciones entre la Cuba que dejó hace 11 años y de la que se despide ahora?

Mi primera misión fue en medio de los años difíciles del periodo especial. Se percibía que la economía cubana estaba deteriorada, había dificultades con el transporte público, poca oferta en los mercados. Recuerdo los apagones.

Diez años más tarde regresé y vi a una Habana con más dinamismo, más linda. Hay mayor circulación de automóviles, sobre todo de transporte público. Hay más restaurantes de distintas categorías, mayor oferta en los mercados agropecuarios, se respira un ambiente más alegre y con más esperanza.

Yo realmente me alegro por todo lo que ha logrado Cuba. Les deseo muchas felicidades por la exitosa coordinación del Congreso del Partido Comunista y espero que la próxima celebración de la Conferencia sea igual de exitosa. Cuba está avanzando por el camino del socialismo.

En la actualidad, ¿cuáles son los principales desafíos internos que enfrenta China?

Mejorar la vida de la población siempre ha sido una tarea fundamental para el Gobierno chino y en ese sentido hemos dado importantes pasos, sobre todo en los últimos 30 años. Continuaremos desarrollando la economía para que el crecimiento se mantenga estable. Seguiremos aplicando la reforma y la apertura. Nos esforzaremos por cumplir lo planteado en el XII Plan Quinquenal.

Mi país promueve una política de desarrollo pacífico e insiste en trabajar para su pueblo por el camino socialista con características propias. Lo más importante es que cada pueblo decida su destino, y en eso China y Cuba coinciden.

 

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