Sin rabia humana en los últimos tres años

Otras enfermedades zoonóticas, como la leptospirosis, mantienen bajas tasas de frecuencia

José A. de la Osa

foto: jorge luis gonzálezDurante tres años consecutivos en Cuba no se registra un solo caso de rabia humana, padecimiento que es transmitido fundamentalmente por la saliva o la baba de animales rabiosos como el perro, la mangosta y los murciélagos, que son los principales reservorios de esta enfermedad.

Sin embargo, según información ofrecida por el doctor Raúl Cruz de la Paz, jefe nacional del Programa de Zoonosis, las autoridades sanitarias mantienen una sistemática vigilancia epidemiológica y acciones de prevención, atendiendo a que cada año alrededor de 30 000 personas son mordidas por animales, un 90 % por los perros con dueños.

Valoró el especialista que la cifra de lesiones continúa siendo elevada, lo que constituye siempre un riesgo de contraer la enfermedad. Por ello hizo un llamado a mantener a "estos fieles amigos del hombre" bajo control dentro de la vivienda e inmunizados con la vacuna antirrábica.

Para este 2012 el gobierno adquirió, a un alto costo, más de un millón de dosis de esa vacuna, que en su totalidad se encuentra en el país, para ser administrada de forma gratuita por el sector de Salud a todos los perros con dueño, con el apoyo de los servicios de Veterinaria y de la población en general.

El pasado año se realizaron también importantes acciones para el enfrentamiento de otras enfermedades zoonóticas como la leptospirosis, lo que posibilitó mantener bajas tasas de morbilidad (frecuencia). A ello contribuyó el mejoramiento de condiciones ambientales, el control de roedores y la inmunización a más de un millón de personas, consideradas con algún riesgo real o potencial de contraer la enfermedad, con la vacuna contra la leptospirosis producida por el Instituto Finlay.

La inmunización, con una eficacia de un 78 %, "no constituye un salvoconducto por sí misma", precisó el especialista, por lo que resulta esencial que las personas más expuestas al riesgo de la infección utilicen medios de protección como botas y guantes, mantengan la higiene personal y ambiental y tengan como hábito lavarse las manos antes de ingerir alimentos.

En nuestro medio el contagio lo originan las ratas, los cerdos, el ganado bovino y los perros, principalmente, cuando se produce el contacto humano con agua, suelo húmedo, vegetación y alimentos contaminados con orina de esos animales infectados con leptospira.

Debe sospecharse el padecimiento ante la presencia de fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, gran sensibilidad muscular, en especial de miembros inferiores. En su forma más grave se manifiesta igualmente con hemorragia cutánea, insuficiencia renal, meningitis y coloración amarilla de piel y mucosa (ictericia).

 

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