WASHINGTON, 12 enero.— El presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, exigió hoy al Congreso ampliar el techo de la deuda nacional
en alrededor de un billón 200 mil millones de dólares, lo cual ubica
el endeudamiento público en un nuevo record.
El país posee un adeudo valorado en unos 15 billones 200 mil
millones de dólares, monto superior a su PIB, es decir, la
producción económica de la nación, que fue de 14 billones 800 mil
millones en 2010.
Aumentar el techo presupuestario hasta los 16 billones 400 mil
millones de dólares debería ser suficiente para que el gobierno
mantenga los préstamos hasta el final de 2012, justo después de las
elecciones presidenciales, reportó la cadena televisiva Fox News.
Se trata de la tercera y última ampliación que puede hacer el
gobernante, después que en agosto se alcanzara un acuerdo con los
legisladores para garantizar el funcionamiento de las dependencias
gubernamentales.
Los republicanos, por lo pronto, ya iniciaron los ataques contra
el jefe de gobierno.
Representantes del llamado partido rojo en la Cámara baja
anunciaron que el próximo miércoles interpondrán una resolución de
desaprobación, indicó la televisora.
Si bien el Senado, donde existe una mayoría demócrata, no se ha
pronunciado al respecto, la Casa Blanca advirtió que vetaría
cualquier objeción, con el fin de evitar que el gobierno se quede
sin fondos, como casi ocurre en agosto pasado.
Obama debía hacer la petición en diciembre, pero con el Congreso
de vacaciones hasta mediados de enero, los legisladores le
solicitaron retrasar la exigencia y votar sobre el asunto a su
regreso.
El límite de la deuda es el monto del cual puede disponer la
administración para financiar sus operaciones, indicador que se
disparó porque el gobierno no ha podido evadir el déficit récord de
la última década.
En agosto, el Capitolio y la Casa Blanca acordaron elevar el
límite de endeudamiento hasta en dos billones 100 mil millones de
dólares en tres pasos, pacto alcanzado horas antes de una eventual
quiebra del endeudamiento nacional.
El Congreso convino en incrementar el límite por 400 mil millones
en agosto y por otros 500 millones en septiembre.
Desde inicios de 2011 las deliberaciones políticas acerca del
techo de la deuda no han sido fáciles de seguir porque abarcan
conceptos extraños y parámetros cambiantes cada semana, pero el
público estadounidense ha sido casi unánime en su rechazo.
Un sondeo de opinión de la encuestadora Pew reflejó que más del
70 por ciento de los ciudadanos cree que las extendidas discusiones
en Washington fueron por los menos ridículas y desconcertantes y no
pocos entrevistados eligieron la palabra estúpidas.
Expertos aseguran que tal inhabilidad para resolver un asunto tan
importante como es la capacidad federal de pago no es un accidente
aislado, es la culminación lógica de lo que muchos llaman el
hiperpartidismo en el Congreso.