WASHINGTON.— Las
elecciones presidenciales y legislativas del próximo 6 de noviembre
en Estados Unidos serán las más caras de la historia, con una
factura total de más de seis mil millones de dólares, según el
prestigioso Centro de Política Responsable (CPR), citado por Notimex.
El presidente Barack Obama, cuya maquinaria de campaña recaudó
760 millones de dólares en las elecciones del 2008 contra John
McCain, podría exceder los mil millones de dólares de contribuciones
en su conjunto en busca de su reelección en el 2012.
El informe indica que las elecciones presidenciales del 2008
costaron unos cinco mil millones de dólares, las intermedias del
2006, 2 850 millones; las del 2002, 2 180 millones y las de 1998, 1
610 millones de dólares.
La proyección del nuevo récord de gastos se debe en parte a que
la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense prohíbe al
Gobierno fijar límites a empresas y sindicatos en sus gastos
independientes para fines políticos.
Bajo las leyes actuales, una persona solo puede aportar 2 500
dólares para las elecciones primarias y/o 2 500 dólares para la
elección general. Ello significa que las contribuciones personales a
candidatos no pueden exceder los cinco mil dólares en el ciclo
electoral 2012, aunque sí pueden aportar 15 mil dólares extras a los
partidos políticos nacionales.
De manera adicional cada persona puede contribuir con cinco mil
dólares a los llamados Comités de Acción Política (PAC) o grupos que
consolidan dinero en apoyo a candidatos y reportan a la Comisión
Federal Electoral. "Muchas organizaciones usan esto para exceder lo
que pueden contribuir individualmente. Es una vía para acumular
poder y tener más influencia", añade el CPR.