El presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, consideró hoy posible que la economía del país suramericano registre este año un crecimiento superior al cuatro por ciento alcanzado en 2011.

Es totalmente viable un crecimiento del cinco por ciento en 2012, tal y como está previsto en el Presupuesto aprobado por el Parlamento en diciembre pasado, declaró el funcionario a Radio Nacional de Venezuela.

Al respecto, Merentes recordó que la economía retomó un nuevo ciclo de crecimiento que se espera continúe.

Según el titular, para crecer un cinco por ciento este año es preciso invertir y desarrollar las actividades económicas y citó, a modo de ejemplo, la construcción y la manufactura entre los sectores donde esa meta se puede alcanzar. Incluso pudiera ser un poco más, apuntó.

El presidente del banco emisor señaló a la inflación, cuyo indicador cerró 2011 en un 27,6 por ciento, como el principal escollo que debe revertir la economía venezolana.

Para ello -dijo-, debe continuar el impulso a la producción de bienes y servicios, especialmente los más demandados por la población.

Opinó que el énfasis debe recaer principalmente en las áreas de alimentos y transportes, y destacó la necesidad de incrementar la producción de unos 50 productos, sobre todo los agrícolas, cárnicos y lácteos.

Lograr la reducción de la inflación a un dígito permitiría aumentar recursos que pueden orientarse a los programas sociales que desarrolla el Gobierno, afirmó.

Merentes recordó que la inversión social se ha mantenido en el país incluso durante 2009 y 2010, cuando la economía nacional experimentó una desaceleración como consecuencia de la crisis económica mundial, la cual perjudicó los precios del petróleo en esa etapa.

"Aunque decrecimos esos dos años, no se afectaron los planes sociales, más bien se avanzó en algunos casos, y el desempleo no aumentó significativamente, refirió el funcionario.

De otro lado, el presidente del Banco Central de Venezuela calificó de manejable para la nación la deuda pública, fijada en un 23,6 por ciento del Producto Interno Bruto.

"La deuda ha aumentado nominalmente, pero con respecto al tamaño de la economía, queda mucho espacio (para su manejo), porque la economía se está moviendo con mucho mejor desempeño, explicó.