Un sabotaje dinamitero hoy contra un gasoducto en la proximidad
de la ciudad de al-Rastan sacó de funcionamiento a una
termoeléctrica en Siria y causó una sensible baja en la generación
energética, advirtió el Ministerio de Electricidad.
De acuerdo con una información oficial, el daño a la conductora
de 24 pulgadas de ancho y que suministraba gas a las estaciones
generadoras de al-Zara y al-Zaizoun, ha provocado una pérdida de
cuatro Megawatts por hora de electricidad.
El ataque fue realizado con una bomba por un grupo armado
terrorista, denunciaron las autoridades.
De hecho, el Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales advirtió
que la planta termoeléctrica de al-Zaizoun quedó fuera de servicio
debido a la falta del combustible para operar, y el gasoducto
atacado no tiene un canal substituto y habrá que esperar por la
reparación.
Una fuente de ese dependencia dijo a la agencia de noticias SANA
que se vieron en la necesidad de detener el flujo de gas por esa
vía, se adoptaron medidas pertinentes y se acometen las labores
necesarias para ponerla en operación lo antes posible.
El Ministerio de Electricidad informó que la pérdida de
generación energética a causa del sabotaje terrorista podría obligar
a incrementar en una hora el racionamiento de electricidad.
Según un programa escalonado de apagones, en áreas de la capital
Damasco cortan el suministro eléctrico durante dos horas, aunque en
otras zonas del país llegan a ser de tres y cuatro horas debido al
aumento del consumo por el invierno que se ha combinado con una
escasez de recursos generada por las sanciones internacionales y la
violencia terrorista.
El sabotaje de este martes contra el gasoducto que abastece a las
termoeléctricas de al-Zara y al-Zaizoun, es el cuarto de este tipo,
lo cual ha provocado la pérdida de 800 Mw de electricidad, recuerdan
las fuentes.
Por otro lado se informó de la muerte en Homs de un policía
cuando una banda armada abrió fuego contra una patrulla frente al
Hospital Nacional de esa ciudad.
Este domingo fueron sepultados 11 efectivos entre militares y
agentes del orden, además de a un periodista del diario al-Thawra
(La Revolución) muerto a causa de un disparo en la cabeza en un
pueblo cercano a Damasco. El domingo se informó del sepelio de otros
20 militares, uno de ellos un coronel, y un civil.
Según reporte de Prensa Latina, la violencia terrorista de los
grupos armados infiltrados en Siria prosigue pese a que una misión
de 70 observadores de la Liga Árabe recorre ciudades, poblados,
visitan prisiones y hospitales. Precisamente, estuvieron el fin de
semana en el Hospital Nacional de Homs.
Se reportó que zapadores militares desmantelaron dos artefactos
explosivos caseros, de 10 kilos cada uno, colocados por esas bandas
en la ciudad de Homs.
También, en la comunidad de al-Qasir, en esa central provincia,
hombres armados asaltaron el centro médico de la localidad causando
destrozos al inmueble y al equipamiento asistencial.
SANA reporta desde Idleb que un grupo armado mató de dos disparos
en la cabeza al policía Khaled al-Mustafa, mientras hacía compras en
el mercado de al-Khudra.
Entrevistado por la televisión nacional, Malik Attiyeh Hammoud,
residente en Daraa, negó un falseado reportaje del canal catarí Al-Jazeera
según el cual fuerzas sirias de seguridad lo habían ultimado.
Dijo que la información de su muerte fue difundida por Facebook
como parte de la campaña provocativa y tendenciosa con la que
intentan desestabilizar a Siria y empañar la reputación de sus
fuerzas de seguridad y del Ejército.