El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, expresó la
reprobación, tras calificar los hechos como la expresión de una
crueldad producto de un odio ciego y absurdo.
Los ataques afectaron al templo de Santa Teresa, en Medalla,
estado de Níger, donde perdieron la vida 12 personas, y a otra
iglesia ubicada en la ciudad de Jos, capital del estado de Plateau,
este último con un saldo de 27 muertos.
Mientras rezamos por las víctimas, auguramos que esta insensata
violencia no debilite la voluntad de convivencia pacífica y de
diálogo en el país, subrayó Lombardi.
Sendos ataques fueron reivindicados por la agrupación extremista
islámica Boko Haram, considerada como una de las más violentas del
país africano.
El año pasado murieron en Nigeria al menos 80 personas a causa de
atentados perpetrados también durante las festividades navideñas.
(PL)