El denominado "viernes para recuperar el honor" hizo converger en
tres sitios de El Cairo a ciudadanos comunes, miembros de partidos
políticos y movimientos sociales opuestos al gobierno que encabeza
el primer ministro Kamal Al-Ganzouri.
La emblemática plaza Tahrir, la mezquita de Al-Azhar, máxima
autoridad del Islam sunnita en el mundo musulmán, y otra amplia zona
capitalina acogieron a islamistas, mujeres y gente de distintos
credos y corrientes políticas unida por el rechazo a la cúpula
militar.
Según el diario Al Ahram, citado por Europa Press, a las tres de
la tarde (hora local) había unas 20 000 personas en la plaza, muchas
de ellas mujeres.
La marcha reclama al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA)
que transfiera de inmediato el poder a autoridades civiles, adelante
la fecha de las elecciones presidenciales y juzgue a responsables de
la represión letal contra activistas.
Según reportó el jueves el ministro egipcio de Salud, Adel Adawy,
los enfrentamientos de la semana pasada dejaron un saldo de por lo
menos 16 personas fallecidas y 928 heridas.
El Ejército dijo que lamentaba los incidentes violentos y pidió
disculpas por la agresión sufrida por la mujer golpeada en plena
calle y despojada de su indumentaria musulmana, e indicó que se
estaba investigando lo sucedido, si bien aseguró que fue un hecho
aislado.
"Abajo el gobierno militar, los militares son mentirosos y
cortaremos sus manos", fue una de las consignas repetidas hoy a
medida que se llenaba Tahrir. Algunos egipcios opinan que, diez
meses después de la caída de Mubarak, el país sigue en una situación
caótica.