Existen medidas de prevención

Muestra comportamiento epidémico enfermedad renal

José A. de la Osa
delaosa@granma.cip.cu

Al finalizar este 2011 habrá en nuestro país más de 3 600 pacientes con enfermedad renal crónica sometidos a diálisis en espera de un trasplante, indicó en La Habana la doctora Esther Pallarols Mariño, especialista del Departamento Nacional de Enfermedades No Trasmisibles del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

Esta dolencia, que muestra un comportamiento epidémico en crecimiento, representa uno de los principales problemas de salud del siglo XXI a nivel mundial, subrayó la experta.

No obstante, existen medidas de prevención primaria y secundaria que pueden evitar la aparición de esta afección, frenar su progreso e incluso favorecer su regresión, y citó entre ellas el control estricto de la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, del colesterol y la obesidad, y no fumar.

Durante este 2011 entraron a régimen dialítico 1 150 pacientes con insuficiencia renal, lo que significa un promedio semanal de 22 nuevos ingresos.

La Comisión Nacional de Nefrología del MINSAP, informó la profesora Pallarols, viene trabajando en un programa que facilite la detección de la enfermedad renal en estadios muy tempranos, teniendo en cuenta sobre todo que en sus fases iniciales transita en general sin manifestaciones.

Por ello la mejor estrategia es concentrar nuestros esfuerzos en las medidas de prevención, el diagnóstico precoz y el conocimiento de los mecanismos de progresión de la enfermedad una vez establecida.

La especialista refirió algunos síntomas y signos que pueden alertar de la existencia de un daño en los riñones. Por ejemplo, inapetencia, sensación de malestar general y fatiga, náuseas, pérdida de peso sin proponérselo, orinas espumosas. Cuando la enfermedad avanza: piel anormalmente oscura o clara, anemia, dolor óseo, sed excesiva e hipos frecuentes, hinchazón de pies y manos, vómitos típicamente en la mañana y prurito (picazón) generalizado.

Es poco conocido aún por la población, indicó seguidamente, que la enfermedad de los riñones está estrechamente vinculada con las afecciones cardiovasculares, y planteó que más del 50 % de los pacientes ingresados con insuficiencia cardíaca pudieran presentar también una insuficiencia renal, aun con determinados exámenes de sangre normales (creatinina).

Por lo apuntado, dijo, resulta esencial que fundamentalmente las personas que presenten factores de riesgo se interesen por conocer la función de sus riñones acudiendo a su médico y enfermera de la familia. En las áreas de salud se realizan sencillas pruebas de laboratorio que permiten establecer un diagnóstico oportuno de la enfermedad.

 

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