Al menos dos soldados y 13 islamistas sospechosos de pertenecer a
Al-Qaeda murieron en combates en la provincia de Abyan, reportaron
hoy fuentes militares de Yemen, mientras el nuevo Gobierno intenta
desmilitarizar las regiones más convulsas.
Un portavoz del Ejército señaló que tropas regulares emplearon
artillería pesada contra bastiones de milicianos de Al-Qaeda
vinculados a la agrupación Partidarios de la Sharia (ley islámica),
causándoles 13 bajas letales y varios heridos.
Los choques tuvieron lugar el lunes en las afueras de Zinjíbar,
cabecera de la demarcación sureña de Abyan, donde también perdieron
la vida dos uniformados cuando intentaban recuperar la mencionada
ciudad, que está bajo control islamista desde mayo pasado.
Un funcionario gubernamental en el poblado vecino de Jaar aseguró
que las fuerzas armadas leales el presidente Alí Abdulah Saleh se
beneficiaron del apoyo logístico de Estados Unidos para identificar
y abatir escondites de los extremistas islámicos.
Las tropas yemenitas han sido ayudadas por hombres armados de
tribus afines y por operaciones de patrullaje de aviones no
tripulados (drones) estadounidenses en Jaar, un importante bastión
de Al-Qaeda también localizado en la meridional Abyan, indicó Prensa
Latina.
El Gobierno de Saleh se enfrenta desde hace meses a islamistas
que, según la versión oficial, aprovecharon la situación de
inestabilidad nacional provocada por manifestaciones populares que
desde el 27 de enero demandan la renuncia del mandatario.
El jefe de Estado cedió en noviembre sus poderes al
vicepresidente Abdo Rabbo Mansour Hadi, luego de firmar un acuerdo
del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico para frenar la
violencia y propiciar un gobierno de transición hasta las elecciones
de febrero.
Como parte de la iniciativa del CCG, que concede inmunidad
judicial a Saleh, Hadi formó un gabinete de coalición encabezado por
el primer ministro Mohamed Basindwa, una de cuyas primeras acciones
fue ordenar la retirada de tropas regulares de la ciudad de Taiz, en
el sur.
El plan incluyó, además, el repliegue de soldados desertores al
mando del general Alí Mohsen Al-Ahmar y de hombres armados de la
tribu Hashed, que lidera el jeque Sadeq Al-Ahmar.