España colocó hoy cinco mil 640 millones de euros en letras a
tres y seis meses, en una subasta -la última del año- en la que
logró bajar el costo de financiación de su deuda soberana.
El Tesoro Público español adjudicó tres mil 717 millones de euros
en letras a tres meses, con un interés marginal del 1,88 por ciento,
casi la tercera parte del 5,22 por ciento aplicado en la anterior
emisión del primero de diciembre y su nivel más bajo desde
septiembre pasado.
A seis meses, el organismo dependiente del Ministerio de Economía
y Hacienda colocó mil 922 millones de euros, con un tipo marginal
del 2,53 por ciento frente al 5,32 por ciento de la puja precedente,
la rentabilidad más baja desde agosto del presente ejercicio.
Por segunda vez este mes, la tesorería estatal superó el objetivo
de licitación, que oscilaba entre tres mil 500 y cuatro mil 500
millones de euros, destacaron analistas.
La demanda de las entidades rozó los 18 mil 500 millones de
euros, con lo que el ratio de cobertura -proporción entre la demanda
y el importe adjudicado- fue de 3,2 veces, advirtió Prensa Latina.
España adjudicó el jueves último seis mil 28 millones de euros en
obligaciones con distintos vencimientos, casi el doble de lo
previsto, y superó así la segunda prueba en una semana ante los
volátiles mercados financieros.
Con esa subasta, el país ibérico cubrió, además, su objetivo de
financiación bruta para 2011, establecido en 93 mil 800 millones de
euros.
En concreto, la tesorería estatal captó entonces dos mil 177
millones de euros en obligaciones con vencimiento en 2020 a un
interés marginal de 5,24 por ciento, y mil 400 millones en títulos
con vencimiento en 2021 y una rentabilidad de 5,56 por ciento.
Finalmente, el organismo dependiente del Ministerio de Economía y
Hacienda vendió dos mil 451 millones de euros en deuda a cinco años
con vencimiento en 2016, con un interés marginal de 4,06 por ciento,
frente al 4,89 por ciento de la subasta de noviembre último.
Este avance del apetito por la deuda y el recorte en los
intereses constata cierta recuperación de la confianza en las
finanzas nacionales, pese a la falta de una salida a la crisis
fiscal y al riesgo de recesión que pesa tanto sobre España, como
sobre el conjunto de la Eurozona.
España acudirá nuevamente a los mercados el 12 de enero de 2012.